Poco más de medio centenar de milpas se alzan sobre la tierra fértil en una zona poco usual de este municipio. Se trata de La Peña, una falla geográfica llena de rocas, que se alza entre la mancha urbana de Valle de Bravo y la presa Miguel Alemán Váldes.
Ahí, en el andador para llegar al mirador, se observa un sembradío de maíz, con poco más de medio centenar de milpas que tienen casi un metro de altura.
Y es que, en esta época del año, las condiciones climáticas hacen fértil la tierra, la cuál, aunque esté llena de piedras en su interior, tiene la fuerza necesaria para alzar las milpas.
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En un par de semanas, de entre las milpas crecerán las mazorcas de maíz, las cuáles estarán listas para su cosecha.
A pesar de que La Peña es un lugar turístico y ancestral en Valle de Bravo, la gente local que aún no pierde la tradición agrícola sembró dichas milpas, respetando los orígenes de este municipio.
A pesar de que la geografía del lugar regala paisajes con nopaleras, árboles de eno y demás vegetación que se da en un terreno rocoso, ahora también se puede apreciar un sembradío de milpas.
Por lo que, a los visitantes que tengan este lugar durante las vacaciones de verano se les pide respetar esta siembra realizada por los vecinos de La Peña.
Cabe recordar que Valle de Bravo, antes de tener la vocación turística como actualmente se conoce, era un municipio dedicado a la agricultura, sembrando principalmente, maíz y trigo en los terrenos que fueron inundados para la construcción de la presa Miguel Alemán Váldes.
La Peña fue uno de los sitios donde el gobierno federal reubicó a los ejidatarios campesinos que fueron expropiadas sus tierras.