La temporada de lluvias ha acelerado el crecimiento de la hierba en la orilla de la presa Miguel Alemán Váldes, lo que dificulta el acceso en las partes públicas que aún mantiene el embalse.
Tal es el caso de la orilla de la presa que colinda con el barrio de San Antonio, donde la hierba ha superado los dos metros de altura por la fertilidad del suelo.
"Originalmente, esa parte con hierba estaba inundada, cuando la presa estaba hasta su máxima capacidad, y pues quedó como terreno fértil, entonces cualquier tipo de planta crece rápido", platicó Lauro Medina, vecino del barrio de San Antonio.
La maleza que invade este acceso se compone, principalmente, de plantas como la higuerilla, tule, juco o espadaña, rosa de muerto, y hasta árboles como robles.
"Hay unos robles del lado de la Peña, que si en tres años no sube el nivel, alcanzarán el metro y medio y ya serán árboles grandecitos", explicó el entrevistado.
Dicha maleza se convierte en un problema ambiental al contar con las condiciones necesarias para que la fauna silvestre del lugar se reproduzca, principalmente aquella que puede habitar en ambientes pantanosos como: sapos, ranas y culebras.
Convirtiéndose en una plaga invasiva debido a la cantidad de hierba que tendrían para cohabitar en la orilla de la presa que ha quedado al descubierto por su bajo nivel de almacenamiento.
Con respecto al tema turístico, el problema se agudiza al limitar el acceso a habitantes y visitantes del Pueblo Mágico, quienes debido a la cantidad de hierba prefieren no bajar a la nueva orilla del embalse por temor a encontrarse con un animal.
Asimismo, la hierba alta hace que los rayos del sol no sequen por completo la superficie, por lo que el lodo y el azolve de la presa dificulta caminar por estos sitios.
"Ojalá y sí les preocupa el nivel de la presa, pero también el cómo quitar toda esa hierba porque cuando vuelva a subir el agua se quedará todo abajo inundado y será más peligroso aún", pidió el vecino entrevistado.
Esta problemática no es nueva en la presa de Valle de Bravo, pues desde 2020 se ha advertido de esta situación que forma parte también de una presunta rehabilitación del lago.