Durante el tercer trimestre de este año la Población Económicamente Activa (PEA) del Estado de México fue de 8 millones 445 mil 522 personas, de las cuales 337 mil 342 estaban desocupados, mientras que la Población no Económicamente Activa (PNEA) fue de 5 millones 677 mil 998 personas.
Lo anterior fue revelado por la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Estado de México, elaborada por el INEGI, instituto que la población Subocupada ascendió a 608 mil 130 personas, mientras que los que estaban en la informalidad fueron 4 millones 346 mil 754 trabajadores.
PEA y PNEA
Al hacer el comparativo con el tercer trimestre de 2023, la entidad mexiquense logró aumentar su PEA en 106 mil 224 personas; de las 8 millones 445 mil 522 personas económicamente activas entre julio y septiembre de este año, el 3.99% estaban desocupadas y el 96.01% tenían alguna ocupación.
Es decir, mientras que en el tercer trimestre de 2023, 8 millones 003 mil 424 personas estaban ocupadas, para el mismo periodo de este año la cifra aumentó a 8 millones 108 mil 180.
La desocupación también tuvo incrementos, al pasar de 335 mil 874 personas entre julio y septiembre del año pasado a 337 mil 342 personas en el mismo trimestre de este año.
Respecto a la Población No Económicamente Activa la ENOE estatal dio a conocer que entre julio y septiembre de este año había 5 millones 677 mil 998, es decir, 90 mil 522 más que en el mismo periodo del año pasado, cuando eran 5 millones 587 mil 476 personas.
De la totalidad de la PNEA mexiquense en el tercer trimestre de este año, sólo 614 mil 528 estaban disponibles para trabajar, mientras que 5 millones 063 mil 470 no lo estaban.
La tasa de participación económica por sexo fue estimada en un 75.8% para los hombres y 45.6% para las mujeres en el tercer trimestre de este año.
Categoría de ocupación
De la totalidad de personas ocupadas, estimada en 8 millones 108 mil 180 trabajadores, el 71.29% eran trabajadores subordinados y remunerados (5 millones 780 mil 067 personas); el 3.64% eran empleadores (295 mil 498 personas); el 22.21% trabajadores por cuenta propia (un millón 801 mil 133 personas) y 2.85% eran trabajadores no remunerados (231 mil 482 personas).
El INEGI destacó que en la entidad, las actividades terciarias concentraron a la mayor parte de la población ocupada, con una participación de 71.9 por ciento, lo que representó un incremento en términos absolutos de 55 mil 236 personas respecto al tercer trimestre de 2023.
Por otro lado, el sector Comercio tuvo una participación del 23.1%, es decir, registró un ascenso de 18 mil 246 personas ocupadas: dicho porcentaje registró un decremento de 0.1 de punto porcentual en comparación con el tercer trimestre de 2023.
Mientras que los servicios diversos tuvieron una participación del 10.9 %, lo que representó un descenso de 110 mil 623 personas ocupadas, y los servicios profesionales, financieros y corporativos registraron una participación del 10.3%, lo que evidenció un incremento de 715 personas ocupadas respecto de 2023.
Subocupación e informalidad
Durante el periodo que se informa de este año, el Estado de México había 608 mil 130 personas ocupadas que tenían la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de lo que su ocupación actual les demandaba.
En este sentido, entre julio y septiembre de este año la tasa de subocupación representó el 7.5%.
Al abordar la ocupación informal, el INEGI explicó que entre julio y septiembre de este año en la entidad había 4 millones 346 mil 754 personas, lo que representó un 4% menos que en el mismo periodo del año pasado, cuando había 4 millones 528 mil 041 personas en esta condición.
Este comportamiento se debió a un decremento de las y los ocupados fuera del sector informal: pasó de un millón 706 mil 104 personas en el tercer trimestre de 2023, a un millón 525 mil 804, en el tercer trimestre de 2024. Asimismo, hubo decremento de la ocupación en el sector informal, que pasó de 2 millones 821 mil 937 a 2 millones 820 mil 950 personas en el mismo periodo.
El INEGI puntualizó que la población ocupada informal comprende a las y los ocupados que son laboralmente vulnerables por la naturaleza de la unidad económica para la que trabajan (como quienes su vínculo o dependencia laboral no es reconocido por su fuente de trabajo).