Tarde atípica se vivió en la Villa de Colorines, ubicada en el municipio de Valle de Bravo, este 10 de octubre.
Con el sol a plomo, más de 40 mujeres vestidas con prendas moradas y blancas salieron a las calles a protestar por la ola de violencia que las aqueja en todo el territorio mexicano.
Todas, impulsadas y motivadas por un sentimiento de justicia tras el feminicidio de Alondra, una adolescente de 17 años originaria de esta comunidad, quien fue privada de la vida el pasado 4 de octubre en Toluca.
Con protestas escritas sobre papel y dictadas por el corazón, una a una de las manifestantes recordaban a las víctimas de feminicidio, haciendo eco en el dolor de sus muertes y la impunidad de sus casos judiciales.
Desde la escuela primaria 5 de Mayo, caminaron hasta la explanada de la delegación de Colorines, en donde cantaron y mencionaron a cada una de las víctimas de feminicidio que han marcado un precedente en la vida actual.
A su paso, los vecinos miraron con cierta extrañeza dicho movimiento, siendo no más de diez, las personas que se sumaron mientras veían caminar a las mujeres.
"¿Ahora qué traen estás?", cuestionó una mujer de más de 50 años que veía con asombro desde una papelería.
Otras más, solo hacían mutis entre ellas, pues reconocían que, si bien sólo eran las mujeres quienes clamaban justicia por actos que todas pueden entender, no era motivo suficiente para que participaran activamente en la manifestación pacífica.
Entre los hombres, cierta curiosidad, miedo e indiferencia se nota en sus miradas que se refugiaban detrás de un cubrebocas.
"Justicia por Ingrid, justicia por Mariana, justicia por Daniela, justicia por Diana", gritaron las mujeres al sentarse sobre el suelo de la explanada de la delegación.
En las inmediaciones de las oficinas de la delegación, policías municipales y miembros del Ayuntamiento de Valle de Bravo tomaban fotos y reportaban a sus superiores dicha manifestación, sin brindar, siquiera, una unidad policiaca que las auxiliará en la vialidad por dónde se manifestaron libremente estás mujeres.
"¡Justicia por Alondra, Justicia por Alondra, Justicia por Alondra!", clamaron tres veces amigas y conocidas de la adolescente que le arrebataron la vida esta semana.
Salieron las lágrimas y con ellas, el coraje para exigirle a la Fiscalía General de Justicia del Estado de México una investigación adecuada al caso de esta menor.
Poco se habló de ella de manera pública durante la manifestación. Los familiares pidieron a las mujeres protestantes hacerlo en memoria de todas las mujeres y no solo de quién conocieron en vida.
Así continuaron hasta el campo de béisbol de Colorines, dónde dieron un minuto de aplausos en aquel cuadrangular que conquistó Alondra, recordando que ahora, es su ausencia la fuerza que se necesita para pedir justicia.
Ya no hay miedo, no hay incertidumbre, ni preocupación. Estos sentimientos mutaron a la impotencia, el coraje y la rabia por que detengan al feminicida que le quitó la vida a la pequeña deportista de Valle de Bravo.