Hasta 10 metros de cabello, requiere la Fundación Amoxkalli, para la elaboración de una sola "peluca de corazón" -oncologica- para donarla a personas que lamentablemente padecen Cáncer en diferentes puntos del Estado de México.
En las instalaciones, en donde se elaboran estas pelucas -cuya duración puede ser hasta de 10 años-, Susana la responsable de este proceso, subrayó que uno de los objetivos principales para llevar a cabo esta buena causa es devolverle a las personas que lamentablemente padecen dicha enfermedad su autoestima y felicidad.
Tira por tira, explicó Susana, se lleva a cabo el cocido del cabello hasta formar la peluca, e indicó que cuando éste es muy delgado se requiere utilizar el doble para que se vea con peso, ya que de lo contrario pueden verse las costuras.
“Las pelucas son totalmente transpirables, lisas para que no les lastimen -por la sensibilidad-, y las personas que las reciben pueden realizar el corte que más les guste: Base, corte, rayos, flecos, mechones o pueden recogerlo; además es posible colocarles gel, spray o mouse”, añadió.
En este taller, es posible observar pelucas de diversos tamaños, colores y formas, ya que una vez cocidas, las pelucas son trasladadas al área de peinados y corte.
Aunado a lo anterior, el cabello debe estar bien limpio e hidratado con keratina -proteína-, con el propósito de que quede suave y una vez que se cosa no se enrede.
Tampoco es importante que el cabello se encuentre teñido o tenga tinte, debido a que una vez que se dona está muerto, y la peluca oncológica puede lavarse cada uno o dos meses, dependiendo de la sudoración.
“A la peluca las personas que la reciben la pueden lavar con el shampoo que acostumbraban, porque no se necesita que éste sea especial. Simplemente se requiere del lavado, la hidratación y el planchado”, aseveró.
Sobre el proceso para la elaboración de la peluca va de una semana a una semana y media, y desde que las personas entregan sus trenzas las lavan, las desinfectan, las separan por colores, y las planchan, con el propósito de pasarlas posteriormente al área de cocido, armado y esterilizado.
La desinfección se basa en la utilización de líquidos, porque en ocasiones las trenzas traen piojos o liendres.
En promedio, se necesitan de 12 a 15 trenzas para una peluca, dependiendo del grosor, porque si son gruesas se requerirán menos, pero sí están delgadas, entre 15 y 20. Mientras que si se encuentran en capas se utilizará la mitad, porque esto hace que se vean deformes las pelucas, motivo por el cual se requiere esterilizar el tamaño.
“La gente erróneamente piensa que con una trenza se puede elaborar una peluca. En el área de armado, comenzamos a colocar el cabello en el gorro, con la ayuda de la máquina de coser en esfera”, comentó Susana.
En cuanto al número de personas que se las llegan a obsequiar, precisó que la demanda es diferente, y para la elaboración requieren de padrinos -empresarios o personas de la sociedad civil-, porque aunque tienen la materia prima, elaborarlas tiene un costo importante.
“A los padrinos se les entrega un recibo deducible por su aportación, y ese recurso se utiliza para la fabricación, y se les invita cuando se entrega la peluca. Haremos la próxima entrega de pelucas en el mes de diciembre”, externó.
En su mayoría, las personas que reciben las pelucas son de escasos recursos, y básicamente la fundación se dirige a hospitales como el 251 del IMSS e Issemym de Alfredo Del Mazo.
Es importante mencionar que la asociación surgió a iniciativa del presidente Fundación Amoxkalli -originario de Monterrey-, una vez que su esposa murió de cáncer se seno hace 11 años, ya que desde ese momento entendió la importancia de la peluca.
Finalmente, a los donantes los invitaron a contactarlos a través de sus diferentes redes sociales, whatsapp al 7292647837 y mediante su página de internet de la Fundación Amoxkalli.