Durante la emergencia sanitaria por la Covid-19, en México se generaron alrededor de 90 toneladas diarias de residuos médicos y sólidos urbanos por lo cual, especialistas y ambientalistas, se han mostrado preocupados respecto a su disposición final pues se desconoce la cantidad que terminó en el drenaje, ríos y barrancas.
Ernesto Gaytán, quien durante años ha trabajado como recolector de basura en el municipio de Chicoloapan, alertó del riesgo de no separar adecuadamente los cubrebocas.
“Al principio de la pandemia la gente sí separaba los cubrebocas, guantes, pero después les valió. Si revisas toda la basura es por igual, hasta jeringas encuentras. La gente es inconsciente, no entiende, le dices que por favor separe la basura y se enojan”, dijo.
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Pidió que los residuos sanitarios de personas con o presunto coronavirus, sean entregados al personal de recolección en bolsas transparentes, cerradas y de preferencia agregarles la leyenda de “desechos sanitarios”.
Esmeralda Estrada, integrante de Grupo Ambientalista Sierra de Guadalupe, señaló que de no desechar adecuadamente los cubrebocas podrían llegar a terrenos baldíos, barrancas, ríos, drenajes y hasta los océanos, junto a otros residuos plásticos, lo que provocaría daños al medio ambiente.
“En los últimos dos años es muy importante que los residuos médicos lleguen a los lugares establecidos para no contaminar mantos acuíferos, ríos, mares, así como al medio ambiente”, señaló.
Explicó que durante la emergencia sanitaria por la Covid-19, en México se generaron alrededor de 90 toneladas diarias de residuos médicos y sólidos urbanos, sin embargo, muchos residuos no llegan a los destinos finales o basureros y terminan en cuencas, barrancas, ríos.
“Aquí tiene que ver mucho la educación de la gente, sabemos que estamos en una pandemia y no nos importan los demás, ni el medio ambiente, las áreas verdes, los ríos, mares, nada les importa. Caminas y encuentras tirados los cubrebocas en las banquetas, en cualquier otro lugar, por eso no salimos de la pandemia, por que no se genera conciencia y no cuidamos nuestro ecosistema”, comentó.
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Por su parte, el secretario general de la Corte Internacional de Arbitraje y Conciliación Ambiental (CIACA), Ramón Ojeda Mestre, compartió que durante la pandemia los municipios han realizado un mal manejo de los productos que ha utilizado la población como cubrebocas, guantes y jeringas, entre otros.
Explicó que en promedio cada persona durante los más de dos años de pandemia generó alrededor de 50 kilos de insumos hospitalarios, así como de desechos infecciosos.
Consideró que los gobiernos municipales en México han sido muy descuidados en el servicio de limpieza de estos residuos peligrosos, por lo que recomendó que las autoridades coloquen contenedores especiales para que los habitantes depositen los cubrebocas, botellas de gel, pañales de menores o adultos enfermos, así como productos que utilizaron para protegerse del coronavirus.
En los municipios de Chalco, Nezahualcóyotl, Los Reyes La Paz, Ixtapaluca y Chimalhuacán, por mencionar algunos, desde que inició la pandemia se implementó un programa de separación de residuos de los hogares.
El primer objetivo es prevenir el contagio de la Covid-19, sin embargo, los recolectores denunciaron que muchas de las personas no separan los residuos médicos, lo que representa un grave riesgo para ellos.
Durante un recorrido por el vertedero del municipio de Chicoloapan, se observó que no hay una zona especial donde se coloquen los residuos médicos como cubrebocas y guantes, entre otros, lo que que constituye un riesgo para quienes laboran en el lugar.
VENTAS
Por otra parte, comerciantes de insumos médicos comentaron que ante el aumento de contagios, en los últimos meses han registrado mayores ventas del 50% a 70%.
En México existe una regulación y guía para tratar los Residuos Peligrosos (RPBI) que generan hospitales, clínicas y laboratorios y que corresponden a autoridades federales; los estados son responsables del manejo de Residuos de Manejo Especial (RME) y los municipios de los Residuos Sólidos Urbanos (RSU).
El 16 de julio de 2020, el Estado de México publicó una norma emergente (NTEAE-002-SeMAGEM-RS-2020) para obligar a los municipios a separar sus residuos en orgánicos, inorgánicos, sanitarios y de Covid-19, aplicable en hogares y organizaciones no hospitalarias que tienen a una persona con el virus.
De acuerdo con especialistas, la vida útil promedio de un cubrebocas KN95 es de ocho a 20 horas de uso continuo, dependiendo del contacto de la persona; sin embargo, señalaron que después de este periodo es recomendable reemplazarlo, pues los filtros se desgastan con el uso constante.
“En los últimos meses ha proliferado el pirataje de las mascarillas o cubrebocas, es devastador lo que están haciendo. Te venden productos de baja calidad, lo que puede provocar mayores contagios, ya que la gente por comprar barato se expone al virus”, dijo el doctor Ricardo Gutiérrez.