Este municipio ubicado en el sur del Estado de México está celebrando 489 años de su erección, la fundación se dio gracias a la conquista de frailes franciscanos los cuales llegaron un 15 de noviembre de 1530 a curar enfermedades y evangelizar a los habitantes de estas tierras llenas de paisajes naturales.
“El 15 de noviembre de ese mismo año de 1530, a las 10 de la mañana, después de un Misa solemne, en un altar improvisado, procedieron a dar posesión en nombre de Dios y del Rey de España, de las tierras y aguas del Valle a los aborígenes que los habían seguido y que sintieron mucho gusto en quedarse debido a las tierras exuberantes, gran cantidades árboles frutales, benignidad del clima y hermosura del paisaje, habiéndose bautizado a este lugar con el nombre de Pueblo del Valle” eso dice la placa conmemorativa ubicada en la plaza cívica del “Pino”, lugar dónde se dio la primera misa católica con la que se marcó la fundación de este lugar.
Dichas palabras fueron escritas por Maricruz Patiño, sobre la semblanza hecha por Castillo y Piña sobre la fundación de Valle de Bravo, la cual se puede apreciar en la entrada del “Pino.
En la región se encontraban grupos étnicos como los matlatzincas, otomíes y mazahuas, quienes nombraban a estas tierras Temascaltepec, que traducido del náhuatl significa “Cerro de los temascales o baños de vapor. Fue por eso que el nuevo pueblo del sur del Estado de México recibió una serie de nombres como San Francisco del Valle de Temascaltepec, Real de Minas de Temascaltepec y Villa del Valle.
Según la Enciclopedia de los Municipios y Delegaciones de México del Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal, por decreto de la Legislatura mexiquense, se le dio el nombre de Valle de Bravo, en honor al general Nicolás Bravo, al cual se le unieron vallesanos entre los que destacaron José Rebollar, Ramón Uriarte y Francisco Ortíz Luque de la entonces llamada Villa del Valle, para defender en 1847 el Castillo de Chapultepec ante la invasión norteamericana.
Geográficamente se localiza al poniente del Estado de México. Limitando al norte con Donato Guerra; al sur con Temascaltepec; al este Amanalco y parte de Temascaltepec; y al oeste Ixtapan del Oro, Santo Tomás de los Plátanos y Otzoloapan.
El pueblo tuvo un giro en su vida agrícola en 1947 cuando, después de haber sido expropiadas las tierras destinadas para la siembra de maíz, fue inaugurada la presa “Miguel Alemán Valdés" la cual cuenta con una extensión de 2,900 hectáreas, cuya finalidad era la de ser la represa de un proyecto hidroeléctrico que dotaría de luz eléctrica a la zona sur del Estado de México.
Años más tarde abandonarían este proyecto para dejar un lago como atractivo turístico, que aunado a la arquitectura de sus casas y calles y a la producción de alfarería, le valdría para ingresar al programa del Gobierno Federal de Pueblo Mágicos en el 2005.
Con respecto a su alfarería, según la Secretaría de Turismo del Gobierno Federal, es tradicional y auténtica sobre todo en la elaboración en barro café en Valle de Bravo, el cual es extraído de las minas del Calvario y Barranca Seca y ha sido desarrollada por vecinos del Barrio de Otumba,
Es por estas características descritas que, a 489 años de existencia, Valle de Bravo se ha convertido en un referente turístico, económico, cultural y político para el Estado de México, siendo un municipio sureño con una realidad distinta a sus colindantes.