Karina, quien en diciembre denunció el secuestro de cuatro de sus trabajadores del rastro de pollo de su familia, se convirtió en un objetivo de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México(FGJEM) ya que se investiga su participación en la red de acaparamiento de pollo del Valle de Toluca.
Cuando los polleros de Toluca fueron secuestrados por una célula del cártel de La Familia Michoacana, Karina y los familiares de las víctimas se manifestaron en Palacio de Gobierno para exigir celeridad en las investigaciones.
En ese momento, la dueña del rastro de pollo reconoció que las agresiones comenzaron cuando se negó a pagar la cuota de 10 pesos por kilo de pollo vendido a la célula criminal.
El jueves pasado, la FGJEM dio a conocer que aseguró dos inmuebles relacionados con las extorsiones al sector avícola, uno de ellos el de Karina.
Las investigaciones señalan que los vendedores de pollo eran obligados a comprar el producto en este establecimiento a un sobreprecio.
Asimismo, se dio a conocer que Karina es señalada como operadora de Sergio “N” alias “El Borrego”, integrante de la Familia Michoacana y objetivo prioritario de la FGJEM ya que cuenta con dos órdenes de aprehensión en su contra.
Se estableció que los comerciantes minoristas eran obligados a comprar en cada transacción un mínimo de 50 kilos de pollo que a dicho de ellos “no cumplía con los requerimientos sanitarios básicos para el consumo humano” y por el cual exigían una cuota ilegal de 48 pesos adicionales por cada kilo a cambio de no hacerles daño.
Disputa por las extorsiones del pollo
Polleros de Toluca han reconocido que las extorsiones continúan pese a que se han hecho públicas. Señalaron que, pese a las detenciones y denuncias, aún se les obliga a adquirir el pollo en lugares específicos lo que constituye una modalidad de extorsión, del acaparamiento.
“Llegan, te dicen dónde comprarlo y a sobreprecio, pero si no lo haces, te amenazan, a mi compañero ya le balearon el negocio. No te queda de otra”, señalaron de manera anónima.
A esta situación se le suma que la célula delictiva de alias “El Borrego” disputa el control de la extorsión en Toluca y sus alrededores, con la liderada por Óscar “N” alias “El Pecha”.
Éste último está relacionado con una serie de homicidios en distintos municipios del Valle de Toluca, incluido el de un hombre que fue dejado colgado en un puente peatonal de Tollocan el 5 de julio del año pasado.
Se presume que trabaja directamente con los hermanos Olascoaga, líderes de La Familia Michoacana.
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