Las personas con discapacidad en el Estado de México no solamente se enfrentan a la discriminación por parte del grueso de la población, sino que carecen de infraestructura para trasladarse, así como de suficiente personal capacitado para su atención e incluso de libros braille.
Luis Roberto Ortiz Ortega, titular del Instituto Mexiquense para la Protección e Integración al Desarrollo de las Personas con Discapacidad, precisó que el déficit de personal se debe a dos factores primordiales: no existen espacios suficientes en donde se les albergue o se les proporcione trabajo, y la familia no invierte para pagar los servicios de algún especialista, como terapeuta o psicólogo.
Los mismos terapeutas ocupacionales, agregó, “nos han comentado que su trabajo todavía no es reconocido, aunque les gusta brindar atención a nuestro sector. En los mismos Centros de Rehabilitación del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) no existen esquemas de terapia física ocupacional, y las plazas que se otorgan son para docentes”.
En ese caso, dijo Ortiz Ortega, “lo que nos queda es apoyar a este tipo de profesionales, contribuyendo para que las plazas se las brinden como tal. Tenemos un déficit de espacios y falta de reconocimientos hacia este personal”.
Asimismo, el funcionario estatal hizo un llamado para que este segmento de la población deje a un lado la idea de que es el gobierno el que debe darles siempre, sino que deben hacer la parte que les corresponde, “ganándonos los apoyos y acompañados de las obligaciones”.
Roberto Ortiz externó que durante su gestión tiene contemplado avanzar para lograr una mayor concientización sobre el respeto hacia las personas con discapacidad. “Mi meta es avanzar hasta en un 50%”.