Habitantes de este municipio han denunciado el derribo de árboles de manera indiscriminada, así como daños al cauce del río Molino, por una obra vial que está llevando a cabo el Gobierno del Estado de México.
Esta obra se encuentra en la vía de comunicación para ingresar o salir del ramal Valle de Bravo de la autopista Toluca-Zitácuaro, desde Avándaro.
En el predio ubicado en la carretera Valle de Bravo-Temascaltepec, a la altura de la entrada de la comunidad de Acatitlán, y forma parte de la obra vial “Libramiento Norte”.
“Formo parte del grupo de ciudadanos que nos dieron la oportunidad de revisar esa obra, y nos interesó hacerlo cuando empezamos a ver que empezaron a tirar muchos árboles”, explicó Lorenza García, vecina de Valle de Bravo.
Por lo que, vecinas y vecinos del lugar solicitaron información al Ayuntamiento de Valle de Bravo teniendo una reunión el pasado 5 de abril en el lugar de la obra citado.
“Lo que vimos es que ya estaba muy avanzado el movimiento de tierra y bástate de la tala de árboles, sin embargo, nos dijeron que estaban cuidando todo, nos inventaron una historia para que nos fuéramos contentos”, reiteró Lorenza García.
En esta reunión participaron: personal de la Dirección de Obras Públicas del Ayuntamiento de Valle de Bravo, de la Dirección General de Vialidad, de la Secretaría de Comunicaciones del Estado de México y de la empresa constructora (HTR Infraestructura, S.A. de C.V.).
“Ni nosotros ni el gobierno municipal, tenemos conocimiento del proyecto ejecutivo real, o eso es lo que nos dijo gobierno municipal, no se conoce el proyecto, entonces si no se conoce el proyecto y no se tienen una manifestación de impacto ambiental autorizada, no debió de haber empezado a hacer nada”, expresó Claudia Suarez, vecina de este municipio.
El resultado de esta reunión sostenida entre autoridades y ciudadanía fue un acuerdo de que, tanto las autoridades como los responsables de la construcción, compartirían el proyecto, permisos y autorizaciones de la obra.
A la vez, que contarían con la opinión de especialistas en flora y fauna en la conducción de la obra, para la prevención de posibles daños ambientales.
Sin embargo, días después de la visita y sin ningún acuerdo respetado, los ciudadanos se percataron que comenzaron con un derribo masivo de árboles y movimiento de tierra.
“-Incluso- nos dijeron que ya no iban a tirar más árboles de los necesarios, pero esa misma tarde tiraron tres más, grandes, ahí es donde varios vecinos, del grupo que fuimos a revisar esa obra, vimos que mucho de lo que nos dijeron no era cierto”, recriminó Lorenza García.
Por lo que decidieron iniciar con la investigación de los permisos ambientales de manera independiente a través de las asociaciones civiles pro ambientales del municipio, descubriendo la presunta ilegalidad de la construcción.
Obra carece de permisos ambientales
De acuerdo con el Observatorio Ciudadano de la Subcuenca de Valle de Bravo-Amanalco (OCSVBA), dicha construcción que está a cargo de la Secretaría de Comunicaciones del Gobierno del Estado de México, se está llevando a cabo sin la autorización ambiental, por lo que han pedido resarcir el daño ambiental causado.
Pues, la asociación ambiental asegura que el Gobierno Estatal “no cuenta con los permisos necesarios que evalúan el impacto ambiental, los cuales son otorgados por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT)”.
“En esa reunión se les habían pedido sus documentos, nos enseñaron unos que ni siquiera eran los pertinentes para esa obra, no había forma de que tuvieran esos permisos”, coincidió Lorenza García, con la investigación del OCSVBA.
Y es que, para argumentar esta postura, el OCSVBA realizó una investigación en la Gaceta Ecológica y los sitios oficiales de la SEMARNAT, descubriendo que la Manifestación de Impacto Ambiental de esta obra, fue negada en septiembre de 2021, y, de acuerdo con los documentos públicos consultados, aún no cuenta con la autorización ambiental pertinente.
“Siendo nuestra sorpresa que la Manifestación de Impacto Ambiental ingresada para evaluar el proyecto “Construcción del Libramiento Norte de Valle de Bravo”, había sido negada”, explicaron integrantes del OCSVBA.
Mediante el oficio No. SGPA/DGIRA/DG-04574-21, de la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) de SEMARNAT, con fecha del 22 de septiembre de 2021, fue que se negó la realización de la obra, la cual implica el derribo de árboles y el desvío del caudal del río Molino.
“Cuando un particular o el gobierno hace una manifestación de impacto ambiental la tiene que someter a SEMARNAT, y esta instancia la tiene que publicar, pero nunca fue publicada”, explicó Claudia Suarez.
De acuerdo con el OCSVBA, las razones de la negativa de la solicitud fueron por que la obra contraviene con los Programas de Ordenamiento Ecológico del territorio aplicables.
Así como por no respetar el Decreto y Programa de Manejo del Parque Estatal Santuario del Agua Valle de Bravo, y por la prohibición del cambio de uso de suelo forestal, para realizar una obra vial en el lugar.
Sin embargo, tanto la empresa constructora como el gobierno estatal aseguraron que ya había sido resuelta la situación, y justo en abril de 2022 ya se contaba con la autorización ambiental pertinente, a pesar de que la obra ya estaba comenzada.
“La ingeniera Paola Herrera nos dijo que, ahí en la reunión con los ciudadanos, nos dijo que la manifestación de impacto ambiental ya estaba lista, y que no la tenían en ese momento por que ella vino a atendernos y por eso no fue a recogerla a SEMARNAT, así nos dijo y lo tengo grabado”, aseveró Claudia Suárez.
PROFEPA clausuró la construcción de la obra vial
Días después de aquella reunión del 5 de abril, en la construcción de la obra vial fueron colocados sellos de “clausura” por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa).
“Profepa si los clausuró, ignoro cuáles fueron las causas de la clausura, no fue promovida por nosotros, aunque nosotros ya estábamos preparando una denuncia para después, pero llegó antes Profepa y no sabemos, lo que sí sabemos es que empezaron y empezaron sin permiso”, explicó Lorenza García.
En una consulta hecha por El Sol de Toluca al Ayuntamiento de Valle de Bravo, a través de la coordinación de Comunicación Social, este aseguró que Profepa si clausuró dicha obra, aunque desconocen el motivo.
Por lo que, la información es limitada tanto para la ciudadanía como para las autoridades locales.
“Lo que nos dijo el municipio es que se había hecho una excepción con el proyecto y que por eso no había manifestación de impacto ambiental, pero no es real, tu no puedes hacer movimientos de tierra como los están haciendo, desviar un río, cortar árboles en un área natural protegida federal y estatal”, enfatizó Claudia Suárez.
Hasta el momento, el Gobierno del Estado de México no ha fijado un posicionamiento a través de la Secretaría de Comunicaciones, misma que fue consultada por este medio previo a esta publicación.
Exhortos
“Resulta indignante que haya sido el propio gobierno del Estado de México, quien debería ser el primer responsable y vigilante de que se cumpla la ley, quien violó la normatividad ambiental al comenzar una obra sin los permisos y autorizaciones correspondientes”, recriminó el OCSVBA.
Por lo que, 10 asociaciones civiles más se unieron a la exigencia hecha por el OCSVBA a la Secretaría de Comunicaciones del Gobierno del Estado de México, para frenar toda obra dentro del Área Natural Protegida que no cuente con los permisos y autorizaciones correspondientes.
A través de un comunicado de prensa, pidieron restaurar la zona aledaña al río Molino, la cual resultó gravemente afectada por emplear maquinaria pesada para realizar dicha obra.
“Ciudadanos e integrantes del Observatorio, constatamos que la Secretaría de Comunicaciones del Estado de México ha violado la ley, al realizar una obra en el entronque entre la desviación a Acatitlán y la carretera Toluca-Los Saucos, al no contar con la autorización de impacto ambiental necesaria para emprender una obra de tal magnitud”, reiteraron.
A la Profepa le solicitaron interponer las medidas de restauración correspondientes y sancionar a las autoridades encargadas de la obra.
A la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) le pidieron evaluar los daños ambientales ocasionados al Área Natural Protegida Federal y proponer un plan de compensación y restauración de la zona.
A la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de México (Propaem), solicitaron levantar los procedimientos sancionadores correspondientes e imponer las medidas necesarias para evitar los daños a un área protegida estatal.
A la Comisión Estatal de Parques Naturales y de la Fauna (Cepanaf), exhortaron a la integración de un plan de vigilancia y evaluación de daños del área protegida estatal Santuario del Agua, pues es una de las más impactadas en el territorio de Valle de Bravo.
Finalmente, al gobierno municipal de Valle de Bravo exhortaron a seguir generando espacios de colaboración ciudadanía-gobierno, y a darle seguimiento a las acciones de restauración de la zona afectada.
“El Ayuntamiento nos dio la puerta abierta, ellos dijeron sí nosotros estamos muy abiertos a que haya ciudadanos que vigilen las obras, y ellos hicieron hincapié a los encargados de la obra que nos abrieran la puerta a través del director de obra pública, es la primera vez que nos invitan, este gobierno es nuevo”, resaltó Lorenza García.