Vecinos de la zona norte de la capital mexiquense denuncian la quema masiva de cable presuntamente robado y que genera una alta contaminación afectando la salud de los habitantes.
De acuerdo con las denuncias de vecinos de la localidad de Tlachaloya Primera Sección, esa localidad es una de las que más padece con la quema de cable, lo cual ya se ha denunciado a las autoridades municipales.
“Todos los días queman cable a cualquier hora del día, las autoridades no hacen nada, ignoran las denuncias de los habitantes, ya es demasiada la gente enferma a raíz de esto”, denunció una vecina de la zona.
Roban coladeras en distintos puntos de San Francisco Tlalcilalcalpan
La quema clandestina se hace sobre todo durante las mañanas a las afueras de la localidad, donde se ubican los predios de reciclaje a donde se vende dicho material.
“Es cable robado que quitan de los postes y lo queman para poder pelarlo, quitarle el plástico y venderlo”, señalaron los vecinos.
Zona contaminada
Según las denuncias recabadas, las zonas con mayor contaminación son Tlachaloya Primera Sección, Tlachaloya Segunda Sección, Balbuena y San Carlos, que son localidades aledañas a los predios dedicados al reciclaje de metales.
“Hemos acudido con las autoridades del municipio, hemos entregado oficios y también hemos llamado cuando están quemando el material, pero no nos atienden la denuncia”, acusaron los vecinos.
Bronce y cobre; el oro en el mercado de los chatarreros de Tlachaloya
Negocio rentable
Expusieron que dicho negocio es de los que más ganancias les dejan a los chatarreros de la zona, pues del cable se obtiene el cobre.
Uno de los procesos de obtener dicho material es pelar el cable robado, aunque la forma más práctica es quemarlo para retirar el plástico protector.
“Lo otra forma de obtenerlo es limpiar el cable, cortando el plástico para sacar el cobre, pero para ellos es más fácil quemarlo que hacerlo manualmente”, señalaron.
En las imágenes compartidas por los vecinos se observa una zona amplia de quema de cable que provoca fumarolas de al menos 30 metros de altura.
Los vecinos señalaron que dichas fumarolas contienen químicos que afectan los pulmones, sobre todo de los niños.
Piden la intervención de las autoridades en materia de medio ambiente para realizar inspecciones en los puntos de quema.