El ecosistema de Ciudad Universitaria de la UAEM es sometido a un programa integral de monitoreo, conservación, preservación y mantenimiento; por ende en uno de los polígonos de este campus universitario tendrán que derribar alrededor de mil 500 árboles, los cuales fueron sustituidos por 2 mil 500 árboles frutales y de otras especies.
En un recorrido realizado por diversas áreas del también conocido como cerro de Ciudad Universitaria, Raúl Vera Noguez, director de Protección al Ambiente de la UAEM, explicó que desde los años 80 del siglo pasado este lugar fue reforestado en su mayoría por árboles tipo cedro y eucalipto; sin embargo, en ese momento se realizó la plantación sin el espacio adecuado.
Ante ello, refirió el especialista que hubo zonas donde el arbolado fue muy tupido al grado que debido al poco espacio, no les permite la entrada de la luz y por ende, impide su desarrollo.
Aunado a este problema, dio a conocer que gran parte del arbolado fue atacado por la plaga de gusano descortezador, la cual mató a muchos árboles y hoy tienen que ser derribados, pues los debilita y cualquier viento puede derribarlos.
El cerro de Ciudad Universitaria se divide en tres áreas, una de la trota-pista que se define como el área de crecimiento académico y ahí se realiza trabajo de jardinería y se buscan plantar árboles que luzcan.
La segunda es la zona media que es donde se está trabajando actualmente con el fin de renovar el ecosistema con nuevas especies; finalmente, dijo, una tercera que es toda la parte alta misma que buscará conservarse y por ende, sólo se llevan a cabo labores de mantenimiento.
“Actualmente estamos trabajando en un uno de los polígonos del área media que corresponde a por lo menos una hectárea donde se ubican poco más de tres mil árboles, de los cuales al menos la mitad están muertos”, mencionó el director de Protección al Ambiente de la UAEM.
Este programa lo que busca, subrayó, es cambiar el enfoque del ecosistema y para ello, ya se han plantado 2 mil 500 árboles, entre ellos, frutales de tejocote, manzana y capulín, así como otras especies que son inmunes al gusano descortezador.
“La introducción de estas nuevas especies proporcionará que vengan aves y así se fomentará un ecosistema más favorable, pues la idea es llenar de vida estas zonas”, aseveró Raúl Vera Noguez.
Esto quiere decir, enfatizó, que los árboles sanos y vivos no se van a tocar, sólo aquellos que están muertos y tan sólo en este polígono, se planea el derribo de mil 500 árboles.
“Lo que estamos haciendo es llenar de vida esta área, pero lamentablemente hoy ven que tiras un árbol te toman la foto y ya es un ecocidio”, añadió.
Finalmente mencionó que en este programa se realiza de forma conjunta la generación de composta y la creación de viveros, así como plantaciones de árboles frutales en otras áreas.