A través de juegos como rompecabezas, laberintos, futbolito y otros, diseñados con base en la neurociencia, el Centro de Investigación y Desarrollo Lógicamente busca estimular en los niños las habilidades del pensamiento para ayudarlos a desarrollar sus potencialidades y, al mismo tiempo, generar en ellos la responsabilidad por el cuidado de su entorno ambiental.

José María Franco Rubio, director general del centro, señaló que básicamente se trata de la neurociencia aplicada para la estimulación de áreas cerebrales relacionadas con el pensamiento específico, como el lineal, lateral, la integración de los hemisferios, la estimulación de áreas específicas del cuerpo calloso y de la amígdala, a través del juego.

Explicó que el proyecto inició en el año 2003 en Guadalajara, mediante la impartición de talleres a niños para ayudarlos a desarrollar habilidades como realizar una actividad con ambas manos a través de actividades divertidas, los cuales se están impartiendo ya en escuelas de la ciudad de Toluca.

Para tener mayores resultados, dijo, en el Centro decidieron complementar esta actividad con la fabricación de juguetes educativos diferentes a los que existen en el mercado, pues con éstos se busca estimular áreas específicas del cerebro utilizando las técnicas más actuales de la investigación científica mundial.

Franco Rubio dijo no estar en contra de los juguetes que se venden en los centros comerciales ni en contra de que los niños utilicen tabletas o celulares “porque también necesitan entretenimiento, pero lo importante es que los padres busquen que obtengan algo más con su inversión, como el desarrollar habilidades del pensamiento cuando están en sus primeros años, pues les servirán hasta cuando cursen bachillerato y una carrera profesional”.

El Centro cuenta con un área de exhibición con juegos que apoyan la psicomotricidad de los niños, al enseñarles a usar las dos manos para subir una canica a los hoyos más altos de un queso con múltiples orificios para obtener más puntos, también hay un laberinto que puede armarse de forma infinita gracias a que las barreras pueden colocarse siempre de distintas maneras y el objetivo es colocar, al mismo tiempo, una de las cuatro canicas en cada una de las esquinas del tablero, con lo cual el niño fortalece su movimiento de coordinación.

El juego de fútbol se opera con los principios geométricos y de cálculo matemático similar al del billar, pues las barras de los atacantes o los defensores tienen variadas posiciones, igual que los puntos de despeje del balón, con tres posiciones para anotar goles.

Además, en coordinación con los zoológicos del Estado de México, se desarrollará una campaña de concientización sobre el cuidado que requieren animales con estatus de especie en peligro de extinción, como en el caso de Zacango que tiene un exitoso programa de protección para el lobo gris mexicano, o en Reino Animal que está trabajando en la reproducción del jaguar.

En este caso, se han creado rompecabezas que contienen cuatro escenas de distintos hábitats, como la selva o la sabana o el bosque, los cuales pueden armarse por separado o integrarse para contar con distintas especies de animales y de flora, principalmente árboles.

Es importante mencionar que cada uno de los juegos viene acompañado de un cuadernillo instrucciones para sacar el mejor provecho, así como con información científica explicada de manera sencilla para que los niños conozcan todo acerca del juego que han elegido.