Los derechohabientes del ISSEMyM se encuentran desesperados ante la dificultad para conseguir sus medicinas, pues aunque muchos reciben sus vales, ante la escasez caducan y por lo mismo no logran surtir sus recetas. Los que pueden, compran de sus medicinas pero los que no, tienen que ir de nueva cuenta con el médico para renovar sus vales.
La falta de medicamentos poco a poco comienza a desesperar a la población derecho-habiente, debido a que la mayoría de sus recetas tienen una caducidad de 72 horas y por lo mismo, aunque acuden a varias farmacias, no les surten.
Algunos casos refieren que después de que les entregan su receta -cuya caducidad es de 72 horas- van a las farmacias surtidoras y simplemente no tienen sus medicinas, por lo que después de recorrer varios establecimientos no logran obtenerlos.
Así, aunque están al pendiente de sus medicinas y mediante llamadas telefónicas, esperan luz verde para irse a surtir, la buena noticia no llega y por lo mismo, los vales caducan, “cuando vamos a la farmacia, nos dicen que tenemos que actualizar la receta y el único que puede autorizar eso, es el medico familiar”, denunció un derecho-habiente.
Esta situación, dijo, los obliga a tener que formarse de madrugada para conseguir una cita con el médico y así autorizarle el refrendo, “si logramos la consulta y por fortuna el médico renueva la receta, hay que esperar que llegué la medicina y formarse en las farmacias”, recalcó el denunciante.
En este sentido, añadió, primero deben “rezar” para que lleguen los medicamentos y posteriormente que su receta este actualizada, ya que si no, simplemente no se las surten, “muchos se ven obligados a comprar las medicinas, pero los que no tienen recursos, se tienen que esperar”, indicó.
A esto se suma, la mala atención por parte del personal que atiende las farmacias, quienes tratan con la “punta del pie” a los derecho-habientes en su mayoría personas de la tercera edad, “ya estamos muy desesperados por la actual situación y las autoridades no hacen nada”, finalizó, el denunciante.