Los pasillos del Mercado de la Flor lucen vacíos, las ventas han caído hasta 30 por ciento a raíz de que se volviera a abrir el socavón en la carretera federal Tenango-Tenancingo, lo que se complica porque, con la temporada de lluvias, los deslaves son constantes en la ruta.

Los comercios, incluso algunos cerrados, tienen las flores a tope y las ganas de generar ingresos de los locatarios, quienes reconocen que desde julio han sufrido los estragos de la falta de mantenimiento a la carretera ya que los clientes apenas bajan una vez a la semana.

“Las lluvias nos han pegado duro, los clientes no vienen porque hay muchos deslaves en la carretera. La primera vez que se hizo el socavón, nos quedamos sin ventas más de una semana y eso nos puso la situación color de hormiga, pero se volvió a abrir y la gente ya la piensa para bajar hasta acá”, comentó Jorge, vendedor.

En un recorrido realizado por El Sol de Toluca, entre la comunidad Plan de San Martín y el centro de Tenancingo, se contabilizan 21 deslaves, aunque la mayoría de ellos ya fueron atendidos, al menos dos aún afectan la circulación.

Árboles y postes caídos, pedazos de rocas, barro y tierra, dejan la marca visible de lo que sufrido la región sur, aunque no solo en esta carretera, pues la situación priva en toda la demarcación conocida como Tierra Caliente, entre otros municipios que atraviesan zonas boscosas.

“Sí hay otras carreteras afectadas, pero aquí nos ha pegado. Todos los días, si no se cae un árbol, hay un deslizamiento de tierra, el chiste es que nos pega. Se le suma también que la gente tiene miedo de pasar por la zona del socavón”.

A la altura del kilómetro 55, los trabajos en el socavón que se abrió de nuevo continúan, con retroexcavadoras se remueve el barro y la tierra, aunque la excavación tiene ya más de cuatro metros de profundidad.

Los trabajos, señalaron fuentes del Ayuntamiento de Tenancingo, podrían tardar hasta un mes debido a que se analiza la mecánica de suelo para poder reforzar los cimientos de la vía, las obras se llevan a cabo por parte de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transporte federal.

Ante esta situación, los vendedores de flor, principal actividad económica del municipio sureño, solicitaron a las autoridades federales que se le dé mantenimiento integral a la vía y se pongan mallas de contención para que la circulación en la carretera federal no se vea afectada con las lluvias que aún no terminan y que les han dejado estragos desde que iniciaron, pues sus ingresos están en riesgo.