En el Día de la Santa Cruz centenares de creyentes católicos acudieron al templo del Cristo Negro, en el barrio de Santa María Ahuacatlán.
Desde temprano comenzaron las actividades con las tradicionales mañanitas en honor al Señor de Santa María. Asimismo se ofreció una eucaristía de aurora pidiendo por los campesinos y por aquellas personas dedicadas a la construcción.
Al mediodía más de 700 personas se dieron cita en el atrio del templo para escuchar el evangelio de San Juan. El párroco de Valle de Bravo, Miguel Ángel Saldaña, explicó durante el sermón lo que se significa la cruz en cada vida de las personas, pues este instrumento de tortura, se consagró como un símbolo de fe cristiana.
Explicó que al estar formada por dos maderos colocados de manera vertical y horizontal, significa el camino a Dios que se encuentra en el cielo y la mortalidad del hombre en la tierra.
Al concluir se hizo la bendición de cruces que se colocan en las construcciones del Pueblo Mágico, así como de crucifijos que reposarán en los hogares de las familias vallesanas.
Las actividades continuaron durante todo el día en el barrio de Santa María Ahuacatlán, con la tradicional feria que en este año fue reubicada en la zona del campo. Por la noche se llevará a cabo la tradicional quema de fuegos artificiales, amenizada con música de banda de viento.
Este festividad tiene su origen en el siglo IV, cuando este antiguo instrumento de tortura, en el que padeció Jesús, se convirtió en un signo de veneración gracias a Santa Elena y a su hijo el emperador Constantino.
Motivada por su gran fe, Santa Elena, peregrinó a Jerusalén, con el firme propósito de buscar la cruz en que Jesús murió.
Al encontrarla, la llevó a Roma y un tres de mayo e inició la construcción de la Basílica de la Santa Cruz de Jerusalén,.
En nuestro país los albañiles colocan una Cruz de madera con flores naturales o de papel en las construcciones para encomendarse a ella y no sufrir accidentes de trabajo.