Naucalpan, México.- Trabajando más horas por menos paga, sin seguridad social, sin prestaciones de ley que les permita ejercer su maternidad, así viven las madres trabajadoras en varios municipios del Estado de México.
La mayoría de las madres que trabajan ya sea como obreras en las fábricas, en oficina, de policías, barriendo calles, de abogadas y en cocinas económicas, se ven sometidas a realizar doble jornada de trabajo, por un lado, se desempeñan en el mercado laboral y por el otro, se dedican a labores del hogar.
Un grupo de empresarios encabezados por Raúl Chaparro, presidente de la Asociación de Empresarios y Ciudadanos del Estado de México (ASECEM), al reunirse este martes con vecinas de Ciudad Satélite, para festejar el 10 de Mayo, sostuvo que hoy en día el papel de la mujer es doblemente difícil, porque trabaja fuera y dentro de la casa, “hasta parece que ya están capacitadas para ello”.
Afirma que es admirable que las mujeres mexiquenses se la estén jugando por México, su Estado y su municipio, porque no obstante al trabajo que realizan todos los días contribuyendo en la fuerza laboral, son madres de familia. “Por eso no hay que darles un 10, sino una mención honorifica todos los días”, considero el empresario.
Sofía, quien trabaja en una fábrica de plásticos, no tiene la misma remuneración comparada con sus compañeros hombres y no contó con el apoyo de su patrón para poder disfrutar de su maternidad cuando tuvo a su primer hijo, sin embargo, se sintió aliviada al no ser despedida.
El organismo empresarial señala que en México, solo el 32% de las mujeres cuenta con algún tipo de protección social durante su maternidad.
Los empresarios afirman que el artículo 123, fracción V establece que “las mujeres durante el embarazo no realizaran trabajos que exijan un esfuerzo considerable y signifiquen un peligro para su salud en relación con la gestación; gozarán forzosamente de un descanso de seis semanas anteriores a la fecha fijada aproximadamente para el parto y seis semanas posteriores al mismo, debiendo percibir su salario íntegro y conservar su empleo y los derechos que hubieren adquirido por la relación de trabajo.
La experiencia de Sofía fue muy diferente cuando parió a su primer hijo, no tuvo sus seis semanas, no percibió su salario íntegro y mucho menos tuvo sus respectivos descansos en el periodo de lactancia. Tuvo que dejar a su hijo desde muy pequeño en una de las guarderías del Seguro Social de 7 de la mañana, a 7 de le noche, “es una suerte que cuente con esta prestación”, asegura.
Mariana es emprendedora, madre soltera y trabajadora del hogar, sale todos los días a trabajar en su pequeño negocio de ropa ubicado en la zona popular de Naucalpan, pero primero prepara a sus dos gemelos de 7 años y los lleva a la escuela, abre su negocio, a eso de las dos de la tarde, lo cierra para ir por sus hijos a la escuela. Llega a su hogar a preparar las cosas para el día siguiente, a las siete de la noche.
Para ella también fue difícil estar embarazada y lo fue más, cuando sus dos pequeños llegaron.