Diputados locales y federales difirieron en torno a la renuncia del ex secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, pues mientras Miroslava Carrillo de Morena lo consideró una decisión respetable; el petista Óscar González advirtió que no entendió la Cuarta Transformación, pero con su salida termina una clara diferencia entre él y el presidente Andrés Manuel López Obrador, pues Urzúa quería mantener la misma política económica de otros gobiernos.
A su vez, el coordinador del PRD en el Congreso local, Omar Ortega opinó que esa salida viene a profundizar la crisis de confianza en el gobierno federal, genera incertidumbre en el manejo de la hacienda pública y alimenta la desconfianza en el sector financiero, y el líder de la bancada del PVEM, José Couttolenc lamentó la salida de un personaje de ese calado y que la economía no crece.
La diputada federal de Morena, Miroslava Carrillo dijo que la renuncia del ex secretario de Hacienda Carlos Urzúa es respetable. Enfatizó que los cargos son transitorios y cualquiera puede ser removido, pero mientras antes se usaba como pretexto una enfermedad o cuestiones personales para renunciar, ahora es abierto, con libertad y la máxima publicidad.
No obstante, advirtió que si había algún problema evidente que ponía en riesgo la institucionalidad el ex secretario debió dar nombres y apellidos. “La valentía que mostró al momento de su renuncia, debió ser la misma para dar a conocer más a detalle a qué se refería con conflictos de intereses”.
Los cambios de la cuarta transformación, advirtió, harán cimbrar a las instituciones, generarán molestias y no les parecerán convenientes a todos, aun cuando buscan acabar con los excesos y la corrupción de raíz. “Estamos obligados a acusar, pero también a probar, de lo contrario nos convertimos en cómplices”.
Por su lado, Óscar González diputado federal del PT e integrante de la dirigencia nacional y estatal de ese partido, consideró que la renuncia es por diferencias de visión, pues Urzúa quería mantener la misma política económica de otros gobiernos, imponer su visión al presidente y no aceptaba los cambios, por lo cual su salida es una oportunidad para reorientar la política económica.
“Él convenció al señor presidente de seguir siendo tan disciplinado con los pagos a órganos internacionales, al Fobaproa, a mantener el outsourcing, las afores, y creo que la salida de Carlos es una gran oportunidad para que orientemos la política económica más acorde a los principios de izquierda.(...)No entendió la Cuarta Transformación y pensó que podía mover al presidente a sus políticas”, explicó.
Advirtió que el nuevo secretario debe ser ratificado por la Cámara y prevén hacerlo en un periodo extraordinario el 25 de julio. Confió en que el nuevo titular, Arturo Herrera, logrará ser un instrumentador de las políticas del presidente, y pese a las especulaciones, la economía seguirá adelante.
Omar Ortega, del PRD advirtió que la renuncia de Urzúa podría traer como consecuencia la falta de inversiones, el encarecimiento de la deuda del gobierno y una disminución en la inversión pública con consecuencias graves para el desarrollo del país y sostuvo que el influyentismo y conflicto de intereses de los que habla en su renuncia deben ser investigados.
Con las bajas en el gobierno federal, aseguró, se ha exhibido la fragilidad del gabinete ante la figura presidencial, pero el presidente, aseguró, tiene la oportunidad de dar un ajuste al engranaje de su gobierno y corregir el rumbo.
Finalmente, José Couttolenc del PVEM lamentó la salida de Urzúa, advirtió que es tiempo de “jalar” hacia el mismo barco y opinó que se debe tener a la gente indicada en los cargos: calificada, especializada, preparada para tomar las decisiones que regirán al país. “Se me hace completamente lamentable, mas con la situación que vivimos, que estamos a nada de caer en una recesión y debemos cuidarlo mucho”.
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