El grupo parlamentario del PRI en el Congreso mexiquense busca sancionar a los médicos veterinarios zootecnistas que por negligencia u omisiones en el ejercicio de su profesión ponga en peligro la integridad, o cause la muerte de animales domésticos o seres sintientes.

Las penas que propone son las establecidas en el artículo 181 del Código Penal del Estado de México para otros profesionales, de uno a tres años de prisión y de 50 a 700 días multa así como la suspensión de seis meses a dos años del derecho a ejercer actividad profesional, hasta la privación definitiva, en caso de reincidencia.

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La diputada del PRI, Paola Jiménez Hernández explicó que con las leyes actuales en México, en un caso de negligencia veterinaria, no proceden de la misma manera que en un caso de negligencia médica con una persona, pues los animales son considerados como bienes y objetos de nuestra propiedad y no sujetos de derecho como debieran ser.

Refirió que para que una persona pueda proceder a una denuncia por cualquier daño a su animal de compañía tendría que denunciar por daños a la propiedad.

Principales negligencias

También señaló, en su iniciativa, que las principales acciones de negligencia veterinaria son: dar atención veterinaria o servicios clínicos y quirúrgicos sin la debida capacitación, no realizar o negarse a solicitar los exámenes médicos necesarios antes de llevar a cabo una operación, administrar tratamientos o efectuar prácticas médicas innecesarias o inapropiadas, según el estado de salud del animal.

También el no proveer información sobre el estado de salud de los animales, el pronóstico de la enfermedad diagnosticada o sobre los tratamientos administrados y no solicitar interconsultas con otros profesionales cuando el animal no responda adecuadamente al tratamiento.

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La diputada Paola Jiménez señaló que al igual que un ser humano los animales merecen ser tratados con dignidad, y parte de la responsabilidad como cuidadores, o dueños, es garantizarles una vida digna y ser conscientes de la responsabilidad que implica la tenencia de un animal de compañía.

Por otro lado, precisó, las personas veterinarias son profesionales que trabajan para servir a la salud de los animales correctamente y es nuestro derecho exigir sanciones adecuadas a la negligencia veterinaria o mala praxis, pues ningún animal es sustituible, ni puede ser calificado como un bien, sino que deben ocupar un lugar en el marco del derecho, donde sea reconocido su acceso a un servicio de salud digno.

Dignificar su calidad de vida y salud, es deber de la ciudadanía y de aquellos que practican dichos servicios de salud.

Maltrato y abandono, lo más común

Jiménez precisó que siete de cada 10 hogares tienen una mascota, pero el 70% vive en situación de calle y seis de cada 10 sufren algún tipo de maltrato.

"Lamentablemente, en México es común el abandono y maltrato a nuestros animales de compañía, ya sea por los mismos cuidadores o por negligencia veterinaria. Dichas razones nos han colocado en el tercer lugar a nivel internacional y el primero en América Latina en maltrato animal, de acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI).

"Es responsabilidad de quien tenga un animal de compañía o quien preste servicios de salud a animales, garantizar el bienestar animal, que es definido por la Organización Internacional de Sanidad Animal (OIE) como “el estado físico y mental de un animal en relación con las condiciones en las que vive y muere”, es decir, el animal experimentará bienestar físico y mental si está sano, bien alimentado, cómodo, seguro, sin dolor, miedo o ansiedad y puede expresar su comportamiento natural".

La legisladora local advirtió que las personas veterinarias son los especialistas en velar por la salud y bienestar de los animales, deben contar con los estudios y capacitación para brindar una atención de calidad, donde la vida del ser vivo sea su prioridad y cumpla con los estándares médicos necesarios.