En la ceremonia dominical celebrada en la Catedral de Toluca, Maximino Martínez Miranda, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Toluca, explicó que este domingo se inicia un nuevo año litúrgico con este primer domingo de adviento y por tanto de preparación para Navidad.
En la palabra de Dios, dijo en la homilía, se habla de catástrofes naturales y guerras que causan temor a los habitantes de Jerusalén, sin embargo, el Señor les invita a tener confianza y esperanza.
Estos acontecimientos, recalcó, ahora también se viven en este tiempo, pues hay guerras y violencia, de tal suerte que muchas muchas personas advierten que se va acabar el mundo.
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'Hay muchos acontecimientos negativos, así como delincuencia, pues si vemos en las noticias anuncian muerte, que robaron, que se accidentaron y que hubo enfrentamientos , por lo que se ven tantos acontecimientos de muerte', enfatizó.
Pese a ello, monseñor Martínez Miranda indicó que el Señor nos invita a levantar la cabeza y a que el corazón no se opaque, es decir, que se puedan realizar obras de amor a la humanidad y a nuestro prójimo.
'Los acontecimientos negativos nos impulsan a cambiar nuestra mentalidad a no quedarnos en las angustias ni en los temores ni en los miedos sino esperar con alegría la llegada del Señor', aseveró.
Es necesario, destacó que haya una preparación a través de la oración así como de las buenas obras dejando aquello que no permite estar en comunión con el Señor como guerras, embriaguez y drogas.
Por otra parte, llamó a los fieles a pedir por la paz del mundo y al contemplar la corona de adviento descubrir que hay luz y también vida, de tal suerte que hizo un exhorto a los presentes a seguir luchando por la vida.
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'Hay que pedirle al Señor por la vida y por la paz para evitar guerra, violencia y muerte, eso no solo va a depender de las autoridades que sí en parte pero no exclusivamente de ellas, sino de todos y cada uno de nosotros', aseveró.
Manifestó que a veces estos acontecimientos retan a vivir mejor la fe, por lo que la vida el Señor está presente, 'levantemos la cabeza y no la agachemos, mejor vivamos en la fraternidad como hijos de Dios para seguir luchando por la vida, la paz, la justicia y el amor', finalizó.