Desde hace 51 años Reyna González entrelaza una a una las hojas de las palmas para venderlas como un ramo. El trabajo lo aprendió desde niña viendo a sus padres.
"Yo desde muy niña, veía a mi mamá y a mi papá que cortaban palmas, y en esta temporada de Semana Santa, pues se hacían los tejidos de las palmas. A mi me gustó y seguí la tradición", platicó.
El proceso comienza un mes antes del Domingo de Ramos, cuando se va a recoger la palma al monte.
La palma es cortada con un cuchillo de manera delicada para evitar pincharse con las espinas que cubren a las hojas, posteriormente se guardan en una caja de cartón cubierta entre tela de algodón para evitar que se sequen.
Ocho días antes del Domingo de Ramos, se limpia y se dobla, para quitarle lo rígida y pueda tejerse.
"Hay distintas formas de hacer las palmitas, en petates, canastas, o como estos que yo les llamo chinitos", describió.
Después de hacer la base de la palma, se forman figuras como Cristos crucificados, vírgenes, flores, corazones, y demás artículos que la imaginación de los tejedores les permite.
Cuando la palma se encuentra tejida es acompañada con un ramo de laurel, dólar, romero, hinojo, manzanilla, o cualquier planta aromática.
Por último, se le coloca flor de estate, el cual dura a pesar de no estar en el agua, por lo que perdurará la palmita.
Los ramos que comercializa Reyna González van desde los 10 hasta los 50 pesos, dependiendo del tamaño y de la elaboración del trabajo.
Aunque la palma se corta verde, en cuestión de horas se seca, volviéndose de color amarillento preferido por los fieles creyentes.
Su venta la realizan el Domingo de Ramos en los templos de Valle de Bravo como en la parroquia de San Francisco de Asís, en la casa de Oración Carmel Maranathá, o en la capilla de Otumba.
¿Qué significan las palmitas del Domingo de Ramos?
Las palmas significan la entrada de Jesús a Jerusalén, pues a su llegada le fue preparada una entrada triunfal en la que se agitaron todo tipo de ramos para recibirlo.
"Hace pocos años me enteré que significan las palmas, por que antes lo hacía por tradición o por ganar dinero, pero ¿por qué llevas a bendecir tu palmita y por qué la pones en la entrada de tu puerta?", reconoció la vendedora de palmitas.
Por lo tanto, para la religión católica bendecir y colocar una palma en la puerta del hogar de una familia, significa que se está recibiendo a Jesús.
"Hoy no está entrando a Jerusalén, la palma representa la entrada de Jesús a tu vida, a tu hogar, a tu familia, es lo que significa la palmita, la bienvenida que tu le das", reiteró.
Recordó que, está tradición no puede morir a pesar de las adversidades, pues hace dos años, cuando los templos se cerraron por el Covid-19, se siguieron colocando unos racimos de hojas de cualquier tipo en forma de cruz, en las puertas de las casas, para no perder la tradición católica.
Las palmitas vendidas no deben ser tiradas a la basura por no conocer la tradición.
Pues, estás son incineradas para ser colocadas en forma de ceniza durante el Miércoles de Ceniza del siguiente año.
"Con la palmita al año, tú la llevas al templo, pues los párrocos piden las palmas benditas para quemarlas y con la ceniza que sale, se utiliza al año siguiente en el miércoles de ceniza".
Incluso, la fe católica dice que sirven para pedir la misericordia de Dios en los momentos álgidos de la vida.
"Antes se nos decía que cuando hay problemas, o mucho aire o una tormenta, debes de quemar un poquito de tu palmita, es un incienso para Dios que tú le estás suplicando misericordia, compasión en los momentos difíciles", explicó.