Doña Francisca Iglesias, una madre de 100... años

El amor al trabajo y el tejido, su secreto para seguir disfrutando de su familia

Rodrigo Miranda / El Sol de Toluca

  · viernes 10 de mayo de 2024

Este 10 de mayo, doña Francisca Iglesias Rebollar, será festejada a lo grande, pues es una madre no de 10 sino de 100 años. | Rodrigo Miranda / El Sol de Toluca

El amor al trabajo desde pequeña y su afición por el tejido de ropa, le ha permitido a doña Francisca Iglesias Rebollar cumplir el pasado 17 de abril 100 años de vida y este viernes será festejada en grande por el Día de la Madre, por sus hijos y nietos, en la ciudad de Toluca.

Oriunda de San José Villa de Allende, Estado de México, doña Francisca compartió parte de su historia y señaló que prácticamente el trabajo ha ocupado una gran parte del siglo de vida, desde su niñez hasta hace unos años.

“Mi casa era de adobe, ahí vivían mis hermanas, mi papá, mi mamá y mi abuelita. Cómo éramos sólo niñas y aunque yo era la menor, mi papá nos ponía a trabajar. Yo desde los seis años andaba a caballo o en burro y me encargaban los mandados, iba a Amanalco sola”, platicó.

La ropa se encuentra entre los productos más demandados para obsequiar a mamá. Fotos: Luis Camacho / El Sol de Toluca

Así, calificó su niñez de muy divertida, pues si bien el trabajo en el campo era pesado, la diversión se convertía en la recompensa. “Yo me la pasaba galopeando, recuerdo que con los niños apostaba un 20 en el galope y les ganaba”, dijo.

Debido a que no había ningún niño en la familia, recordó que su padre no sólo le enseñó a disparar un arma, sino también tenía la tarea de esconderla en una milpa, cuando los soldados realizaban alguna visita a su casa.

La adolescencia llegó y con ello su primer pareja, con la que procreó un hijo que lamentablemente falleció alrededor de los seis años, lo que representó un severo golpe, ya que a ello siguió la separación con su esposo al que calificó de un joven alto y muy guapo.

Su vida siguió su curso, comentó, de ahí que emigró de su pueblo para llegar a la ciudad de Toluca y con el apoyo de sus tías, encontró trabajo en la venta de dulces tradicionales.

Fue aquí en Toluca, relató doña Francisca, donde conoció a quien se convertiría en su esposo, Mauricio Mendoza, quien era panadero.


“Mi esposo era un hombre muy guapo, recuerdo que cuando me pidió que nos sacaramos, sus papás fueron a pedirle a San José Villa de Allende. Nos casamos aquí en Toluca en San Sebastián, después de la misa hubo un gran fandago”, recordó.

Con su esposo, quien ya falleció, procreó dos hijas y actualmente goza de dos nietas y un nieto, a quienes confesó, son su gran motivo de vida.

Doña Francisca no dudó en señalar que el trabajo desde su infancia y el tejido de prendas, han sido el secreto para llegar a vivir más de 100 años, y aunque está consciente de que en algún momento tendrá que irse de este mundo, sostuvo, “El señor me dirá cuando me voy a ir, si quiere que sea al rato, mañana o pasado, ya estoy lista”, aseveró.

Resaltó que durante toda su vida, nunca la deslumbró el dinero y por lo mismo, gracias a su trabajo, nunca tuvo necesidades, “he tejido mucho en mi vida y esas capas o bufandas, las entregaba en una mercería, de ese dinero vivía y no me iba mal”, expresó.

Este 10 de mayo, doña Francisca Iglesias Rebollar, será festejada a lo grande, pues es una madre no de 10 sino de 100 años.