Para el 2023 el Estado de México contará nuevamente con 100 millones de pesos para la atención de desastres y siniestros ambientales o antropogénicos.
A propuesta del Ejecutivo, la Legislatura ha asignado solo 100 millones de pesos a ese rubro en los presupuestos de los años 2019, 2020 y 2021..
En 2018 la asignación fue de 500 millones de pesos, y después se decidió disminuir, pues las autoridades aseguraron que la bolsa era acumulable.
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El fondo fue creado en 2010 con una asignación de 75 millones de pesos y para el año 2011 llegó a 150 millones.
Entre 2012 y 2016 el monto fue de 200 millones. En 2017 aumentó a 222 millones y en 2018, prácticamente se duplicó a 500 millones para apoyar en la reconstrucción por los sismos de un año antes.
Los recursos
Con esa asignación de 100 millones aprobada por la Legislatura local se deberá dar cumplimiento a lo señalado en el artículo nueve de la Ley de Disciplina Financiera.
En ese artículo se precisa que el presupuesto de las entidades federativas debe prever recursos para atender a la población afectada y los daños causados a la infraestructura pública estatal, ocasionados por desastres naturales; así como para llevar a cabo acciones para prevenir y mitigar su impacto en las finanzas estatales.
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El monto de recursos deberá determinarse en cada entidad, pero como mínimo debe corresponder al 10% de la aportación realizada por cada estado para la reconstrucción de la infraestructura de la entidad federativa dañada que en promedio se registró durante los últimos cinco ejercicios, medido a través de las autorizaciones de recursos aprobados por el fondo de desastres naturales.
Ese artículo también señala que los recursos deberán ser destinados primero a financiar obras y acciones de reconstrucción de infraestructura estatal, aprobadas en el marco de las reglas generales del fondo de desastres, y si hubiera remanente podrá utilizarse para acciones de prevención y mitigación, a fin de financiar proyectos preventivos.
