Tlalnepantla, México.- "Ratero, si te agarramos no te vamos a remitir a las autoridades... ¡Te vamos a linchar!", advierten algunas mantas que cuelgan vecinos en colonias del Estado de México.
Y aunque el fenómeno lleva décadas en América Latina, hace dos años las comunidades de los municipios de la zona conurbada decidieron hacerle frente a los criminales, aplicando la ley del talión.
En el Estado de México, en los últimos años se han registrado 366 linchamientos, según la investigación de Rodrigo Quiróz y Martha Avilés, catedráticos de la UAM.
La lista de los estados por orden de gravedad son: Estado de México, Ciudad de México, Puebla, Morelos, Oaxaca, Chiapas y Guerrero. Mientras que las entidades sin un solo evento son Colima, Nuevo León, San Luis Potosí y Zacatecas.
El municipio más elevado hasta el momento con linchamientos es Ecatepec; en el periodo 2014-2015 se dieron 12 casos, en el Estado de México, mismos en los que intervino la autoridad.
La entonces Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana (CESC) contabilizó 12 casos, tres de ellos en Ecatepec; 10 fueron por lesiones físicas y dos por impacto de bala. También aparecen con linchamientos Naucalpan, Tlalnepantla, Temascaltepec, Chiconcuac, Temoaya, Tezoyuca y Ocoyoacac.
De acuerdo con los investigadores universitarios, los linchamientos se han presentado cada vez más agresivos, porque son un fenómeno producido por la violencia que la gente vive, pero también genera un punto de unión, emociones y ansia de venganza.
Según la investigación de los especialistas de la Universidad Autónoma Metropolitana, el retrato de este fenómeno no significa una justificación, ni una forma de solucionar los conflictos, sino se trata de aclarar que "los linchamientos tienen cierta connotación de acción colectiva capaz de generar simpatía entre grupos de la sociedad”.
Mónica Hernández Monroy, autora de la tesis “Comunidad y seguridad pública: un análisis de los linchamientos como hecho social en Ecatepec (2010-2015)”, estos generan también liberación de tensión social.
Advierte que si estos continúan en la entidad, después empezarán contrataciones de sicarios o miembros de pandillas para eliminar a otros y asegura que esto sucede por la falta de confianza en las instituciones.
Esto es un tema para los tres órdenes de gobierno: federal, estatal y municipal, donde se debe de fortalecer la integridad de los sistemas de seguridad, procuración e impartición de justicia y el relativo a las detenciones y cárcel para los asaltantes.
El hartazgo ya no es exclusivo de clases sociales, colonias de mediano y un alto poder adquisitivo como Satélite, Lomas Verdes y Echegaray, en Naucalpan registran asesinatos desde motonetas y se han hecho presentes los asaltos en centros comerciales.