La Secretaría de Turismo informó sobre el nombramiento de 45 nuevos Pueblos Mágicos en el país; dos de ellos, Otumba y Jilotepec, se encuentran en el Estado de México.
De acuerdo con la dependencia federal, ambas localidad y el resto cumplen con los requisitos para la llegada de turistas nacionales y extranjeros; con en todo el país suman 177 localidades con la denominación.
Cabe destacar que el Edomex es la entidad con mayor número de Pueblos Mágicos y actualmente suman 12 localidades.
¿Qué hacer en Otumba?
Esta localidad ubicada en la zona oriente, se caracteriza por su tradicional y emblemática Feria del Burro, que surgió en 1965 gracias a un grupo de habitantes, quienes compartían el objetivo de honrar a este animal, que tiene un simbolismo especial por las arduas labores que realiza en el campo.
Entre sus atractivos turísticos se encuentra un tramo del Acueducto del Padre Tembleque, una impresionante obra hidráulica construida entre 1555 y 1572, con el fin de llevar agua limpia a los indígenas; la UNESCO lo designó Patrimonio de la Humanidad y se encuentra rodeado por un bello paisaje magueyero.
Los amantes del turismo religioso pueden recorrer y admirar el Templo y ex Convento Franciscano de San Nicolás de Bari, que se distingue por su arquitectura. Entre las piezas que lo adornan están grabados y pinturas de 1797, además, en la capilla abierta hay una pila bautismal de piedra labrada en una sola pieza, cuyo origen data de 1570.
También se encuentra el Templo de la Purísima Concepción, el cual se edificó sobre una plataforma prehispánica, por la orden franciscana, y que resalta por su estilo plateresco. Imperdible es la visita a la Casa Museo “Gonzalo Carrasco”, un inmueble edificado en el siglo XIX.
Otro sitio que puede ser visitado es el Museo del Ferrocarril, ubicado en la estación del tren, el cual tiene una Sala de exposiciones temporales y seis Salas museográficas de acervo permanente.
¿Qué hacer en Jilotepec?
En Jilotepec, al norte de la entidad, es tradición que las y los visitantes admiren el Templo de San Pedro y San Pablo, que formó parte de un conjunto conventual fundado por los franciscanos en el siglo XVI.
Este destino cuenta con bosques y formaciones rocosas como las de Dexcaní Alto, donde hay veredas para caminar al pie de Las Peñas o alcanzar cimas como La Cruz o Iglesia Vieja. También se puede visitar el Parque y ex Hacienda Doxhicho, así como la Presa y Parque Danxho.