La pandemia de Covid-19 obligó a las mujeres en México a dar un paso atrás en sus esfuerzos por aumentar la igualdad de género en el mercado laboral y en la alta dirección en las empresas, señala la especialista Ivette Cano.
Afirma que la falta de capacitación y preparación de las mujeres de entre 15 y 24 años, aunado a la escasez de talento y avances marginales de su participación en puestos de alta dirección, retrasa la meta de alcanzar la paridad de género, la cual, hasta antes de la pandemia, se estimaba lograrla en el 2057.
Según Ivette Cano, directora del Centro de Investigación de la Mujer en Alta Dirección, el 26.3 por ciento de las mujeres mexiquenses de entre 15 a 24 años, con todo el potencial que tienen, no estudian, no trabajan y no se capacitan.
Aunado a lo anterior, 70 por ciento de las vacantes que hay en México no se pueden cubrir porque no hay el talento con las capacidades para cubrir, pues carecen de las competencias.
“Si proyectamos que esta tendencia se mantenga e, incluso se acelere; si en 10 años se sigue teniendo este volumen de mujeres que no se están capacitando, se tiene un problema serio, además del rezago que implicó el nivel educativo durante el periodo de la pandemia, pues México fue el país, dentro de los miembros de la OCDE, donde más días se mantuvieron cerradas las escuelas”, explicó.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (Enoe) de enero de este año estima que 10.4 millones de mujeres trabajan en el sector formal; mientras 13.1 millones se emplean en la informalidad.
Por su parte Verónica Guevara Maupome, presidenta nacional de Vinculación Empresarial de la Asociación de Empresarios y Ciudades Hermanas A.C (AECHAC) dijo que las mujeres “vamos avanzando y somos pioneras en instalar pequeños negocios”.
Consideró que falta poco para abrir el camino y llegar a la equidad; aunque hombres y mujeres no son iguales, esas diferencias “nos hacen conjuntar habilidades y destrezas”.
Puntualizó que las mujeres empresarias o emprendedoras no se atrevían a dar el paso de buscar proveedores y hacer un cambio en la apertura de sus negocios y hoy se encuentran presentes en todas las ramas de la economía.
“Hoy podemos ver mujeres administradoras, doctoras, comunicólogas y dentistas, profesiones que eran solo para los hombres y hoy hasta taxistas y operadoras de tractocamiones” aseveró.
La brecha se ha hecho más pequeña y el ámbito empresarial se ha abierto de manera impresionante, agregó.