El abandono de Dios es la gran tragedia del tiempo actual, pues se ha expulsado no solo de la escuela y la vida pública, sino hasta de las familias, señaló monseñor Guillermo Fernández Orozco, quien ofició la misa de domingo en la catedral de Toluca.
En su homilía recordó la vida del apóstol Mateo, recaudador de impuestos, y hombre llamado por Jesús a seguirlo para ponerse en manos de Dios.
La actitud de Mateo, indicó la autoridad eclesiástica, ha dejado varias enseñanzas y una de ellas es que supo escuchar a pesar de estar alejado de costumbres de su pueblo.
“Nosotros preguntémonos si hemos aprendido a escuchar, pues Jesús lo llamó por su nombre y le dijo sígueme, pero también le pide imitarlo”, afirmó monseñor Fernández Orozco.
Hoy subrayó, la gran tragedia de este tiempo es abandonar a Dios; “lo hemos arrojado de la escuela pues hoy decimos laica, lo arrojamos de la vida pública, de las familias y hasta de nuestra vida diaria”.
Otra enseñanza destacó el ex vicario de la Arquidiócesis de Toluca, es anunciar el Evangelio mediante la lectura de la Biblia que no es libro más sino que es una comunicación cercana con Jesús.
“Yo les pido que en esta semana nos demos espacio y pensemos en la conversión, es decir cambiar de dirección en la vida. Dejémonos tocar el corazón por Dios y demos un giro de pensar y obrar”, añadió.
Es necesario, finalizó monseñor Guillermo Fernández Orozco, imitar a Dios, no repetir errores y aprender de las caídas.