Toluca, México.- Desde cualquier terreno, incluyendo el antropológico y moral, el aborto es un asesinato y no debe ni siquiera pensarse en una consulta para saber si se aprueba o no, sostuvo el vicario general de la diócesis de Toluca, monseñor Guillermo Fernández Orozco, quien afirmó sobre el tema que ha cobrado polémica en los últimos días.”
La autoridad eclesiástica explicó que ante el resurgimiento del tema, derivado de las propuesta para legalizar el aborto por parte de algunos diputados en la cámara de diputados local, es lamentablemente que haya mucho desconocimiento sobre lo que es el mismo proceso de la vida, “médicamente en el momento de la fecundación entre el óvulo y espermatozoide ya hay vida, ya está ahí el mapa genético. A partir de la semana 12 se llama feto y empieza todo el desarrollo", dijo.
En términos generales, apuntó que desde cualquier punto de vista, el aborto es un asesinato y moralmente incluso la gravedad incrementa porque se comete con premeditación, alevosía y ventaja, “si quieres incluso matar a un niño, este corre para evitarlo, pero a alguien que esta en el vientre materno no lo puede hacer, es decir ni se defiende”, recalcó.
Expresó que en la antigüedad los hebreos que estuvieron en Egipto fueron esclavizados y por órdenes del faraón se mató a todos los niños, posteriormente Herodes también mandó a matar a todos los recién nacidos porque supuestamente había un peligro para conservar su poder y en la actualidad hay sicarios que quitan la vida.
Ante ello, subrayó monseñor Fernández Orozco que la sociedad actual no quiere ni faraones ni Herodes ni sicarios, pues prácticamente se les va a pagar a los médicos para cometer estos asesinatos en el vientre de la madre, “en este sentido un médico puede tener la objeción de conciencia y negarse a realizar tal acto, pues la medicina esta a favor de la vida y no de la muerte”, comentó.
También criticó la bandera utilizada para despenalizar el aborto bajo el argumento de que se trata de un problema de salud pública, sin embargo, no es así, ya que un problema de salud pública, es una epidemia.
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Valdría la pena, añadió que se analizara la situación por la que atraviesan los países que han aprobado la legalización del aborto, “creemos que al legalizarse práctica lejos de disminuir la mortalidad de las mujeres, aumentará la mortalidad de seres indefensos”.
De tal suerte, aseveró el vicario general de la diócesis local, el problema va más allá de la aprobación o no de la Iniciativa, pues tiene que ver más con la educación y la prevención e incluso con una buena comunicación entre padres e hijos.
Tampoco se trata de aventar pastillas y condones, pues también se ha demostrado que un anticonceptivo es un cohete o una bomba para el cuerpo, que tarde o temprano tiene consecuencias. Lo que si vemos que se descuidado la educación, pues hay escuelas donde las niñas de secundaria traen su preservativo, y eso tampoco resuelve nada.
Cabe señalar que el aborto lleva consigo una excomunión ipso-facto incluso para quienes incluso participan en este acto, sin embargo, hay casos especiales donde la misma mujer es auxiliada por asistencia médica, económica y psicológica, y ya al momento de procrear al hijo, si no lo quieren se da al niño en adopción.
Finalmente, aseguró que este tema no es ni de consulta ni de ocurrencias sino solo de aplicar el sentido común, y por ende, los partidos políticos tienen que pensar en otras cosas y no en retomar este tipo de propuestas electoreras sólo para sumar adeptos.
