El arzobispo de Toluca, Francisco Javier Chavolla Ramos al encabezar el inicio de la procesión y misa correspondiente al Domingo de Ramos exhortó a los fieles a la reflexión y oración.
Con esa actividad prácticamente comienzan las celebraciones presenciales de la Semana Santa en la capital mexiquense luego de dos años que se desarrollaron a puerta cerrada y transmitidas por redes sociales debido a la pandemia de Covid-19.
En ese sentido, en la Catedral de la capital mexiquenses ante un nutrido grupo de católicos Chavolla Ramos los motivó a adentrarse en el misterio de Dios y del amor.
De igual manera, señaló que estos días santos se debe considerar el perdón y la reconciliación.
En la homilía explicó que hay un Dios que nos ama y es por eso es fundamental que estas fechas sean de recogimiento, de oración y de concentración en este misterio.
Subrayó que Cristo es la manifestación del amor del padre en su pasión y muerte, a lo largo de estos días van a encontrar como Cristo sufrió el abandono, la soledad y el dolor.
“En estos días dejen que el mundo se divierta…, dejen que olviden y se vayan a divertirse, déjenlos no se preocupen. Tú: adentrarte en el misterio del amor”.
Además, habrá que considerar que no solo no es la muerte de Jesús, sino que vendrá la resurrección, expresó.
“Los invito pues a adentrarse y pedirle a Dios dame tu gracia para contemplar tu amor y en tu amor pedirle no abandonarme y ayúdame Señor”.
Esto porque empezamos la Semana Mayor, este misterio del amor de Dios, afirmó.
Les reiteró que en este periodo es importante meditar el gran misterio del amor, porque mucha gente vive en la superficie de la vida, en la frivolidad y ni siquiera se da cuenta que hay un Dios que te ama y deja su vida por ti.
Previó a la realización de la misa en uno de los costados del recinto religioso monseñor Chavolla junto con el obispo auxiliar de Toluca, monseñor Máximo Martínez Miranda, así como por el vicario general, Antonio Hurtado Carmona caminaron en procesión a la entrada de Catedral.
De igual manera, los acompañaron 12 niños que representaron a los Apóstoles de Jesús y a ellos se sumaron devotos en general.
Al final se bendijeron los ramos y otros objetos religiosos de manera general y a las salidas de la iglesia.
La tradicional bendición de las palmas significa la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén antes de vivir su muerte y pasión.
Vale mencionar que la Semana Mayor es la máxima celebración de la comunidad católica en donde se vive la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.