Jilotepec, México.- Aprovechar no es talar y el programa de manejo forestal autorizado por la Probosque lo único que busca es rejuvenecer la zona boscosa e incrementar servicios ambientales que requiere la población como el agua, de tal suerte que es necesario este aprovechamiento que establece cortar alrededor de 4 mil 500 árboles por año y que sólo representa el 1.3 por ciento de toda la superficie forestal. Además de que, aseguraron autoridades, se va a respetar la “casa” de la fauna que vive en estas 372 hectáreas.
En una visita realizada a esta casa editora, el director de la Protectora de Bosques (Probosque), Edgar Conzuelo Contreras, así como especialistas forestales y autoridades comunales de Santa Cruz en Dexcani El Alto, explicaron a detalle la aplicación de un programa de manejo forestal en esta zona del municipio, donde por cierto se ubica el parque denominado “Las Peñas”.
Dieron a conocer que esta zona boscosa esta conformada por mil 470 hectáreas, de las cuáles, mil 075 están arboladas y de estas, se van aprovechar en un periodo de 10 años 372 hectáreas.
En árboles, indicó el director de Probosque, se tiene el registro de que en las mil 75 hectáreas donde existen 962 mil árboles, se tiene proyectado dentro del polígono establecido y en un periodo de 10 años, la sustitución o derribo de 332 mil árboles, es decir, cerca de 4 mil 463 árboles en 37 hectáreas por año, que corresponde al 1.3 por ciento de toda la superficie forestal.
Esto no significa, recalcó Conzuelo Contreras que estas hectáreas se van a quedar sin árboles, ya que sólo se van a cortar los que de acuerdo al programa de manejo forestal marca, mismo que lo que busca es una regeneración natural y permitir rejuvenecer el bosque.
Si bien, dijo, que esto va a generar un beneficio económico por la extracción de manera ante el derribo de árboles enfermo o viejos, las autoridades comunales están obligadas a darles un bueno uso, tales como la creación de una brigada para el cuidado de los bosques, así como la generación de empleos para 301 familias, “lejos de este beneficio social a los dueños del bosque, lo que se pretende es una vez rejuvenecido el bosque, pueda otorgar más servicios ambientales”, destacó.
Al respecto, el presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Forestales, Gabino García, señaló que si bien este programa de manejo no lo pide a gritos el bosque, es algo necesario, sobre todo cuando la población cada vez demanda más bienes ambientales, “no nos podemos dar el lujo de tener un bosque ocioso sin producir, pues requerimos más servicios ambientales y eso solo se logra solo con rejuvenecer los árboles”, añadió.
El riesgo de no meterle mano a los bosques, afirmó el ingeniero forestal, es que se vaya muriendo la zona por sobremadurez, tal y como estaba ocurriendo con el bosque de Bosecncheve, donde los árboles se fueron muriendo hasta que entraron acciones de reforestación, “tenemos que generar bienes y servicios ambientales que requiere la población y esta es una oportunidad de hacerlo de manera legal”, estableció.
Sobre la posible afectación a la fauna silvestre con la corta de árboles, el prestador de servicios técnicos forestales de los bienes comunales, Ramiro Acevedo, dio a conocer que dentro de este programa de manejo se llevo a cabo un estudio previo para resolver el daño ecológico que pudiera presentarse, “en esta zona hemos detectado aves como pájaro carpintero, reptiles como víbora de cascabel de cola negra y algunos mamíferos como conejos, ardillas, armadillos y hasta gato montes”, agregó.
En este estudio previo, manifestó participaron biólogos, botánicos, especialistas en fauna e ingenieros forestales, “todo programa de manejo tiene un componente jurídico, técnico y ambiental, y en este último tema se contemplan acciones dirigidas a la conservación de la fauna, tales como la anidación con rocas o si en un árbol existe un nido de aves, este no se va a tocar”, enfatizó.
Por su parte, Francisco Contreras, presidente del Colegio de Profesionistas Forestales del Estado de México, aseveró que este estudio previo tiene muy bien establecido los posibles daños que pudiera tener el bosque, pero también las acciones que se van a llevar a cabo para recuperar el ecosistema.