Profesores y expertos en educación consideran que por su contenido sexual, este género podría adelantar etapas de crecimiento en menores de edad, además de identificar a la mujer como un objeto sexual, pero no al extremo de una patología.
La investigadora en temas de educación social de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Jaqueline Mota Palma, planteó que los pequeños no logran entender el significado de las letras del reggaeton, sin embargo, las adoptan por ser muy “pegajosas” y difícilmente podrán explicar por qué les gusta.
“El problema es que tienen una sexualidad infantil, pero al escuchar esa música podrían acelerar las conductas, las pueden apropiar o repetir sin tener un contexto, sobre todo si no existe un acompañamiento de los padres de familia”, puntualizó.
En el caso de los adolescentes, la también docente de la Facultad de Ciencias de la Conducta expresó que esa música puede ser un medio de contacto corporal e interacción con el otro. Y un conflicto vendría si reproducen conductas que van en contra de ciertos derechos o vulneran a terceros, como en el caso de la misoginia.
En total coincidencia, el maestro en salud mental de la UAEM, Alejandro Gutiérrez Cedeño, subrayó que la música en general, sin importar el género, tiene un efecto o influye en el comportamiento de forma positiva o negativa en una persona, pero cuando se tratan contenidos sexuales se vivirá un proceso con mayor rapidez.
“Si nos gusta la música romántica voy a ser romántico, si hay temas de violencia voy a violentar, si se habla de sexualidad despertará una vida sexual más pronta o rápida”, explicó.
Lo simple de las letras, apuntó, permite que los niños y adolescentes las canten o reproduzcan sin saber en primera instancia, cuál es el mensaje.
El profesor de nivel básico con más de 30 años de servicio, Julián Bernal Zarza, destacó que el entorno social y familiar influye en el consumo de determinada música.
“La letra del reggaetón es misógina, vulgar, cargada de odio a la mujer, vista y utilizada como objeto sexual por poner un ejemplo, entonces si un niño lo empieza a conceptualizar así, más adelante ¿en dónde va a quedar el respeto y la equidad de género?”, cuestionó.
Por su parte, la docente de nivel secundaria en el Colegio Terra, Guadalupe Rosas Suárez, expresó que las letras del reggaetón ejercen una manipulación en los adolescentes, pues como esa palabra lo indica se adolece de una madurez y su despertar al mundo de la sexualidad debe ser de forma responsable.
“No se trata de apresurar, todo a su tiempo, sin adelantar etapas o momentos que los conduzcan después a situaciones que pongan en riesgo su proyecto de vida por algún embarazo no deseado, enfermedades de transmisión sexual o el propio aborto”, acotó.
Gutiérrez y Mota coincidieron en que los padres de familia estén atentos de los contenidos escuchados por sus hijos e hijas.
Mota aclaró que más allá de estigmatizar determinada música, es importante ampliar los conocimientos de los niños porque “los pequeños no se saben los municipios del Estado de México, pero sí saben quiénes son los reggaetoneros de moda”.
“No es que haya un estigma porque ese género seguramente tendrá contenidos rescatables, pero también los hay que no aportan nada a la sociedad”, apuntó.
El papel de la sociedad, indicó, es dejar la pasividad en la recepción de contenidos y cuestionar los mensajes que pueden causar un perjuicio en el desarrollo personal.