El Molinito, el barrio bravo de Naucalpan

Vivir en este lugar es resistencia, pues los vecinos aprender a convivir a diario con la delincuencia presente en la zona desde hace varios años

Patricia Venegas | El Sol de Toluca

  · miércoles 29 de junio de 2022

Este barrio es uno de los puntos con mayor incidencia delictiva de Naucalpan. Foto: Cuartoscuro

El Molinito es un barrio bravo marginado del municipio de Naucalpan y sus vecinos son símbolo de resistencia.

Robos, asaltos al transporte público y pasajeros, muertes en las calles y policías corruptos abundan en este sitio donde la autoridad municipal ha intentado un cambio social de la comunidad que no se ha logrado.

Conocido porque la gran mayoría de sus comercios son bares y cantinas; además está considerado como uno de los barrios más peligrosos del Valle de México.

“Todos los días sabemos de robos a comercios y casas habitación, pero el de peatones y automovilistas sí es preocupante”, puntualiza Sergio quien vive en la avenida del Molinito.

Recuerda que un pasajero del transporte público de 24 años murió al recibir un balazo en el abdomen el pasado mes de abril cuando viajaba de eEl Molinito hacia Río Hondo.

La principal actividad que se desarrolla en este barrio de Naucalpan es el comercio minorista, en la que operan más de 2 mil 500 establecimientos con un personal ocupado estimado en mil 500 personas.


El tianguis de las vías del Molinito es una leyenda

Ha sido considerado por muchos años como el más peligroso del mundo, porque miles de personas compraban y vendían mercancía sobre las vías del ferrocarril que llegaba a Acámbaro, en Michoacán ,desde Río Hondo en Naucalpan.

Cuando el tren anunciaba por medio de un silbido que iba a pasar en el lugar las transacciones de compra venta se suspendían y entre los rieles quedaba la mercancía.

Los tianguistas aún extienden su mercancía sobre las vías del ferrocarril, pero el peligro de ser arrollados pasó desde hace muchos años cuando el convoy dejó de circular por el lugar.

Moderno distribuidor vial


En el 2015 se entregó a los vecinos de este populoso barrio un distribuidor vial que despertó la molestia de colonos y comerciantes porque afectaría sus propiedades.

Hoy favorece el flujo vehicular sobre la avenida principal y eliminó el conflicto vial en la zona. En la mayoría de sus calles se puede observar baches y el pavimento destruido.