Las demandas de los estudiantes de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) para frenar la violencia de género, hostigamiento y acoso sexual son demandas justas, coincidieron profesores de la institución mexiquense.
"Los hechos denunciados por los alumnos nos desnuda en la cultura patriarcal, no se había meditado en ello, hasta ahora que no la echan en cara nuestros estudiantes", reconoce José Antonio Trejo Sánchez, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
Hace casi 15 días comenzó el paro en la UAEM; primero en la Facultad de Ciencias de la Conducta donde un grupo de alumnas acusó a uno de sus compañeros de compartir fotografías íntimas sin su consentimiento; en los días posteriores hicieron lo mismo otras cinco facultades: Ciencias Políticas, Humanidades, Artes, Arquitectura y Planeación, en todas los alumnos denunciaron casos de supuestos acosos, no solo de sus compañeros sino de sus maestros también.
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“Como todo movimiento juvenil tiene su originalidad, pero también sus vicios, hay que verlo así objetivamente, en su capacidad de organización y las redes sociales les permite tener eco y una repercusión que antes no tenían los movimientos que es una fortaleza; pero también una debilidad”, advierte Trejo Sánchez.
Respecto a las denuncia puestas en tendederos y muros de las facultades, el sociológico señaló que "es una medida original", sin embargo, en algunos casos, no ha trascendido en la formalización de la denuncia, más bien quedó en solo un queja masiva.
“Como todo movimiento es una combinación de elementos coyunturales e incluso de contagio de otros movimientos y no podemos negar hay intereses políticos en juego, como todo movimiento social-político los tiene”.
Expresó su preocupación por la situación, pues ya es parte de la comunidad universitaria.
Por su parte, el profesor adscrito también a ese plantel que se encuentra en suspensión de labores, Samuel Espejel Díaz González, afirmó que "no corresponde a los profesores emitir una opinión, sino a los estudiantes plantear su lucha".
Apuntó que es una respuesta a la denuncia de supuestos casos de hostigamiento y acoso sexual por parte de docentes y estudiantes. "En ese contexto es importante esperar y conocer la respuesta que emitan las autoridades", expresó.
“Coincidimos con este movimiento y bueno también coincidimos en que las autoridades no han dado una respuesta adecuada”.
Los problemas de género en el país en general, recalcó, no son nuevos sino más bien añejos en el mundo y en el país, con los feminicidios que lamentablemente se aprecian de siete años atrás o más.
Indicó que este conflicto también se ha reflejado en otras universidades mexicanas. “La violencia de género es un problema de actitudes y de comportamientos producto suponemos de una descomposición ética y de valores de la sociedad”.
Finalmente, hizo hincapié en que los docentes y personas ajenas no pueden intervenir.