Un Piojito en El Seminario: el tianguis de ropa usada que ayuda a la economía familiar

Si se elige bien, con solo 100 pesos, las familias se surten de blusas, vestidos, pantalones, zapatos y chamarras para todos sus integrantes

Filiberto Ramos | El Sol de Toluca

  · sábado 22 de julio de 2023

Fotos: Daniel Camacho | El Sol de Toluca

"Se lo tengo la próxima semana, doñita", le promete Rosa a su clienta que pide camisas blancas y calcetas para uniformes escolares. Aunque el puesto lo tiene todo, en todas las medidas, en todos los colores y usos.

"De poco a poco sale toda la ropa, porque vendemos económico", explica la vendedora.

Allí en el tianguis del "Piojito" de la colonia El Seminario, las blusas con precios por encima de las 300 pesos en tiendas del centro de Toluca, cuestan entre 40 a 60 pesos. Mientras que un suéter de buena hechura, lo ofrecen en 70 a 80 pesos. Pero ya resulta ser una "ganga".

"Son productos seminuevos que compramos por mayoreo, algunas ya son usadas, de una a dos veces, otras son nuevas pero es ropa que ya no vendió la tienda", explica Beatriz, otra vendedora.

El tianguis semanal alberga hasta 500 puestos de ropa usada, que se instalan debajo de carpas, a nuevo de piso y otros ponen sus bultos de ropa sobre lonas para que los clientes escojan.

Si se elige bien, con solo 100 pesos, las familias se surten de blusas, vestidos, pantalones, zapatos y chamarras para todos sus integrantes.

"Hay piezas que salen en cinco pesos, como estas, otras que salen en 15, a 20 pesos, es lo más económico", asegura Miguel, otro de los vendedores.

Aunque el tianguis tiene otros puestos en los que se ofrece herramienta usada, juguetes y electrodomésticos, la ropa es el principal negocio en las dos calles que ocupa el mercadito.

"Creo que somos una opción para familias de muchos hijos, que están ahorita gastadas por las clausuras, porque vendemos de todo", explican los vendedores de ropa.

La forma en que este negocio crece es porque otras familias de más recursos llegan al tianguis a vender su ropa usada. Los tianguistas la compran y ellos la revenden a otras familias. De esa forma se cumple un ciclo de segundo uso para dicha ropa, que sale de los cajones de los hogares.

"Yo le digo a los clientes que no le de pena venir y comprar, está bien que se lleven lo que puedan, porque es ropa buena", añadieron los vendedores.

La economía subterránea del tianguis permite sostener tanto la economía de quienes acuden en sus vehículos a vender sus prendas, de los tianguistas que la revenden y de las familias que adquieren esa ropa a bajos precios.