La pandemia ha dejado al descubierto falsas seguridades y ha evidenciado la incapacidad de actuar conjuntamente, de tal suerte que ante este salto hacia una nueva forma de vida, el pueblo de Dios necesita de pastores auténticos que los ayude a ver más allá de sus miedos, inseguridades y comodidad personal, señaló el Arzobispo de Toluca, Francisco Javier Chavolla Ramos, durante la ceremonia de imposición del Palio Arzobispal.
En una breve ceremonia donde por mandato del Papa Francisco, el Nuncio Apostólico Franco Coppola impuso el Palio Arzobispal a monseñor Francisco Javier Chavolla Ramos, mismo que simboliza la unidad que vincula a los pastores de las iglesias particulares con el Sucesor de Pedro y Obispo de Roma para trabajar juntos como instrumentos de comunión y catolicidad en la iglesia.
Acompañado por el mandatario del gobierno estatal, Alfredo del Mazo Maza y su esposa Fernanda Castillo de Del Mazo, así como los presidentes municipales de Toluca, Huixquilucan, Naucalpan, Valle de Bravo y obispos, monseñor Chavolla Ramos recordó que después de que el Santo Padre lo nombrara Arzobispo, la entrega del Palio es un encargo que encabeza el Nuncio Apostólico de México.
“Recogiendo en mi mente toda la experiencia en estos 29 años de vida episcopal, desde que en 1991 el Papa San Juan Pablo II me nombró obispo de la diócesis de Matamoros hasta hoy que ha servido a la iglesia de Toluca a lo largo de 16 años, quiero abrir mi corazón ante Dios para decirle con las palabras del salmista, el señor es mi pastor, con él nada me falta”, mencionó.
El Palio, refirió en su homilía, simboliza a la oveja perdida que representa cada uno que conforma a la humanidad entera, aquella dijo, que pierde el rumbo y el camino, pero al mismo tiempo al pastor que lleva en sus hombros.
“Queridos hermanos realizamos esta celebración dentro de una singular crisis por la pandemia que estamos viviendo originada por el Covid-19 que ha estado enlutando a muchas familias incluyendo a nuestro presbiterio y enfermando a muchas personas, además de que ha provocado que muchas personas hayan perdido su trabajo y se encuentran en situaciones precarias”, refirió.
La actual pandemia, subrayó monseñor Chavolla Ramos, ha puesto al descubierto las falsas seguridades y ha evidenciado la incapacidad de actuar conjuntamente, por lo que pidió a Dios que en este salto hacia una forma nueva de vida, el hombre descubra que se necesita de todos para que la humanidad renazca.
“Ante esta realidad pandémica, el pueblo de Dios necesita de los pastores auténticos capaces de llamarles a la reflexión y a un verdadero examen de conciencia, pero sobre todo de sostenerlos en una esperanza audaz, de modo que puedan mirar más allá de sus miedos, inseguridades y comodidad personal”, subrayó.
Para ello, afirmó, se requieren de pastores atrevidos y con ilusiones grandes, para asumir hasta el fin la responsabilidad de poder caminar con el rebaño, delante de las ovejas y velando por cada una de ellas hasta dar la vida por ellas.
“El pueblo de Dios necesita de pastores más cercanos a su gente capaces de estar velando sobre el rebaño que nos ha sido confiado. En este momento histórico deseo refrendar ante todo el pueblo de Dios ante mis hermanos sacerdotes y en una forma especial ante ustedes hermanos obispos y arzobispos los compromisos que exprese en mi exhortación pastoral sobre la revitalización de comunidades parroquiales”, recalcó.
Reafirmó su voluntad es estar cercano a su gente para sostener con amor y paciencia los pasos de Dios en medio de su pueblo, así como asumir la responsabilidad de ir adelante para conducir, animar, cuidar y preocuparse por el rebaño que le ha sido confiado.
“Quiero escuchar y acompañar de manera cercana a los presbíteros, en sus diferentes circunstancias, especialmente a enfermos y ancianos con el propósito de atender sus necesidades, quiero amarlos, servirlos y atenderlos, en actitud permanente como verdadero discípulo de Jesús”, agregó.
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El Arzobispo de Toluca expresó que caminará detrás del rebaño para impulsarlo y animar a los que se han cansado, así como volver al camino a los que se han descarriado y perdido la fe.
Finalmente pidió perdón a su rebaño por experimentar y sufrir el dolor que transmite la debilidad de un pastor, sin embargo, se comprometió a seguir impulsando la tarea evangelizadora con nuevos métodos.
Cabe señalar que al final de la celebración realizada en la Catedral de Toluca, el Arzobispo de Toluca, Francisco Javier Chavolla Ramos agradeció la asistencia de las autoridades civiles e invitó a los asistentes a escuchar una melodía que describe su vivencia como pastor de la iglesia católica.
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