Los Días de Muertos en varios municipios del sur del Estado de México se visten de fiesta para esperar a quienes fallecieron durante el año, pues son recibidos por sus familiares con ofrendas y comidas, a donde puede acudir toda la comunidad.
La tradición de la “vela nueva” o “muerteada”, como se le conoce en algunas demarcaciones, se basa en esperar, recibir y convivir con las y los "muertitos”.
Las familias colocan ofrendas o altares de dos y hasta siete niveles que llevan papel picado, imágenes de santos, la fotografía de la persona que falleció, sal, agua, pan, veladoras, copal, flor de cempasúchil y los alimentos y bebidas favoritas de quien perdió la vida. Todo sobre un mantel blanco.
Doña Carmen platica que en la zona de Ixtapan de la Sal y Tonatico llegan “de vela nueva” quienes mueren en el transcurso del año y se realiza un novenario.
Posteriormente viene la "esperada", es decir, cuando se preparan la ofrenda y el alimento para el regreso de las y los “muertitos” en su casa.
Al final viene la "muerteada": la tradición de ir de casa en casa a llevar la vela o veladora y recibir, por parte de la familia el alimento, que incluso se puede llevar a casa, pues a las personas se les ofrece de desayunar, comer o cenar.
La tradición de recibir a la o el muertito inicia a las tres de la tarde del primero de noviembre y se van a las tres de la tarde del dos de noviembre.
"La tradición de la "Muerteada" consiste en que en cada casa donde hubo difunto o difunta adulto, se coloca una calaverita de chilacayote con una vela encendida en la puerta, para indicar que ahí pueden pasar a entregar una vela desde parafina, veladora, hasta cirio.
"Dan el pésame a la familia y a cambio, ésta prepara comida que puede ser desde un café con galletas, o atole, hasta tamales, pozole, mole, arroz con leche, tacos dorados, tacos de carne de cerdo y pueden entrar todos los que vengan", explicó.
Mientras en municipios como Texcaltitlán y Almoloya de Alquisiras las personas llegan prácticamente a cualquier hora, pero principalmente a comer, en Ixtapan de la Sal los visitantes con la vela pueden empezar a llegar desde las tres de la tarde.
Por lo general visitan las casas desde las siete de la noche, donde con días de anticipación la familia se prepara con la comida o bebida. Hay quienes dan vasitos con rompope o licor de fruta, para acompañar los platillos.
Aun cuando algunas personas solo visitan a familiares, la tradición es que durante la noche se registre mucho movimiento; por lo cual es común el ir y venir en las calles, incluso avisándose entre las personas dónde hay difunto o qué están dando de comer.