Después de la Segunda Guerrera Mundial, la pandemia por Covid-19 ha sido un fenómeno biosocial, que ha ensombrecido el disfrute y goce de los derechos y libertades humanas en todo el mundo.
Así lo señaló Jorge Olvera García, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem) al inaugurar el congreso internacional “Desafíos inéditos para los derechos humanos en el contexto de la pandemia Covid-19”.
Resaltó que la pandemia le ha arrebatado la salud a 57 millones de personas y les ha arrancado la ida a 1.3 millones de personas en el mundo, pero el virus no sólo invade las células del cuerpo humano, irrumpe la protección de los derechos humanos, resquebraja a la familia y a la sociedad entera.
Citó consecuencias como la orfandad de menores, la pérdida de empleos, la afectación a comercios y empresas, las aulas sin alumnos, “en suma: este virus nos está arrebatando la salud, la paz, el futuro y quizá la esperanza”.
Olvera García y el constitucionalista italiano Luca Mazzetti coincidieron en el principio de la solidaridad como la directriz humana que debe moverá la sociedad y a las naciones para garantizar que derechos humanos sean patrimonio compartido por la humanidad.
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Subrayaron la necesidad de poner en el centro de la acción al ser humano, su dignidad y sus derechos, así como la protección de los derechos humanos frente al impacto de la pandemia no puede realizarse sin la cooperación de los Estados.
El Covid-19 ya mostró que no hemos aprendido a convivir como humanos, a comportarnos con humanos ni a ser humanos, además reveló el rezago de la región de las Américas, lo endeble de los sectores de salud y educativo, la fragilidad de la economía y el empleo.
También despertó e incrementó prácticas como la violencia contra la mujer, la desigualdad, exclusión, xenofobia, discriminación, y la criminalización a defensoras y periodistas, apuntó.
Por ello, los organismos defensores de derechos humanos son más pertinentes que nunca, sobre todo en el espacio local, por ejemplo, la Codhem inició 5 mil 119 quejas en el marco de la pandemia por la afectación a derechos como la debida diligencia, a recibir atención médica y no ser sometido al uso desproporcionado de la fuerza pública.
Para el constitucionalista Luca Mezzetti la pandemia no puede manejarse y superarse sin la cooperación entre autoridades y la sociedad civil, y menos aún sin la cooperación internacional bajo el marco normativo internacional.
Destacó que una de las primeras consecuencias de la pandemia es la fuerte polarización entre poderes y por lo tanto, un nuevo desafío es regular en las Constituciones el estado de emergencia sanitaria y no sólo tener categorías tradicionales del estado de sitio y estado de guerra.