Entre el 30 y 40% de los jóvenes se equivocan al momento de elegir una carrera, señaló la psicóloga Rocío Díaz, directora de bachillerato y maestra de Orientación Vocacional en la escuela particular CEA-FADU.
"Tenemos 40% de jóvenes que no escogieron la carrera que querían; no identificaron al momento de inscribirse que no era su profesión, esto hace que en algunos casos se presente el abandono escolar”, expresó.
Aseguró que esta mala elección deviene de que, más allá de sus aptitudes e intereses, los jóvenes se ven motivados por cuestiones económicas, de prestigio o la presión de padres y amigos.
Y es que escoger qué carrera estudiar es sin duda un paso de gran importancia para el desarrollo académico, profesional y personal de los jóvenes.
Sin embargo, los riesgos de una mala elección son múltiples y van desde la frustración hasta la deserción escolar y más tarde la subocupación laboral.
Derivado de dicha situación, cada año egresan unos 450 mil jóvenes de las universidades en el país, pero seis de cada diez no pueden desarrollar el conocimiento que adquirieron en el aula, según datos de la Subsecretaría de Educación Superior, adscrita a la SEP.
“Hoy de cada 10 estudiantes que entran a la universidad sólo dos la están terminando, y si bien son muchas las causas que determinan que ocho de diez no concluyen su formación académica universitaria, uno de ellos es justo la parte de no tener la orientación y el descubrimiento de la vocación de manera oportuna”, puntualizó la especialista.
Para la maestra de Orientación Vocacional elegir una carrera no es una decisión que se toma de un día para otro, esto es un proceso, y como tal hay que seguir una serie de pasos que les permita a los muchachos reflexionar no sólo acerca de qué carrera van a elegir, sino desarrollar un proyecto de vida en donde la carrera sea parte de su economía.
Por otro lado, el Instituto Mexicano de Orientación Vocacional y Profesional advierte que los errores en la elección de carrera traen pérdidas, tanto psicológicas como económicas para el país y las familias.
Además, en el ámbito económico el instituto calcula que estudiar una licenciatura en alguna universidad pública le cuesta al país en promedio 120 mil pesos por alumno, monto que se eleva a más de 400 mil pesos en una escuela privada.
Para Telma Ríos, experta en el tema de orientación vocacional, si bien la propia Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) cuenta con un programa ex profeso que atiende a los alumnos para la toma de decisiones desde el bachillerato, aún es un reto dotar de toda la información a los jóvenes que están a punto de realizar la elección de una carrera.
Ríos señala que muchos estudiantes de bachillerato van por las carreras de “moda” o por las más convencionales, como medicina, derecho o comunicación, dejando de lado las innovadoras como manejo sustentable de zonas costeras, desarrollo territorial o física biomédica.
vocación
La realización de exámenes de aptitudes y habilidades son factores que deben inculcarse a los alumnos de nivel medio superior para ayudarles a diseñar su plan de vida y evitar problemas de deserción escolar y subocupación, señaló Jonathan Solorio Vázquez, estudiante de Licenciatura en Administración de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
El universitario indicó que existe una fuerte deficiencia en la oferta de carreras que permitan a los estudiantes obtener las herramientas necesarias para elegir una licenciatura.
Sostuvo que se trata de un fenómeno preocupante en México, pues 86% de quienes ingresan a la universidad no tienen información de cómo es la vida laboral de la profesión elegida, por eso el 58% de los estudiantes deja o cambia de profesión.
Asimismo, en el ámbito económico se experimentan graves consecuencias por la falta de orientación vocacional en las escuelas, por ello resulta fundamental trabajar al respecto no sólo con los alumnos, sino con la familia porque es la principal guía, consideró el universitario.