El desempleo en tiempos de Covid-19 desalentó a Martín García durante unos días. Luego llegó la idea de emprender un negocio, como la mejor forma de darle la cara a la crisis económica que se sobrevino con el virus.
"La idea de la lavandería fue de mi mamá, ella manejó un negocio de este hace años y me asesoró, todo lo demás lo hicimos mi esposa y un servidor", comentó el emprendedor toluqueño.
Martín fue parte de una larga lista de servidores públicos del Ayuntamiento de Toluca que fueron despedidos por recortes durante la cuarentena.
Su liquidación fue sólo de una quincena, lo cual se fue en sobrevivir unas semanas y comenzar con el negocio de la lavandería.
"Hay invertidos cerca de 50 mil pesos, juntamos todos los ahorros y sacamos a crédito la lavadora y secadora, nuestra ganancia en esto es que tenemos experiencia y conocimiento", explicó el exservidor público.
La crisis sanitaria sacó lo mejor del ingenio de Martín y su esposa Jenifer Álvarez, quien también contribuye en el nuevo negocio.
"El local es nuestro, pero debimos adquirir la maquinaria, instalar los muebles, los productos de limpieza y estamos a la espera de nuestros primeros clientes", señaló.
Martín comenta que debido a que la pandemia obliga a las personas a estar más tiempo en casa y tener medidas sanitarias más estrictas, el negocio de las lavanderías podría tener un impulso y mayor demanda.
"Esperemos que sí haya más demanda, ofrecemos todas las medidas sanitarias, incluso la ropa se puede esterilizar aquí mismo", menciona.
Su lavandería se llama MaXi y su eslogan dice: "Porque la ropa sucia no siempre se lava en casa", una idea de los García Álvarez para atraer a sus clientes, a quienes les ofrecen servicio de secado y planchado.
"Hicimos un monitoreo y aquí en la zona sólo hay otras dos lavanderías", explicó Jenifer.
En el número 317 de la calle Francisco Villa, de la colonia San Juan Buenavista, en Toluca, los García Álvarez abrieron su negocio.
"Más que ir a pedir prestado, aprovechamos la asesoría que nos dio mi mamá, quien por diez años se metió a este negocio de las lavanderías y de ahí le aprendí yo", agregó Martín.
Recorte
A Martín le notificaron en el Ayuntamiento de Toluca que debía entregar su plaza por recortes laborales que se instrumentarían.
"No hubo de otra y más ahora con este gobierno que sigue despidiendo gente en medio de la crisis", reprochó Martín.
Pero si en algunos casos, los toluqueños desempleados han salido a vender comida, cubrebocas e incluso a pararse en semáforos para pedir ayuda, a la familia García Álvarez le tocó un poco más suave la crisis y han puesto ahorros y anhelos en su local.
"Ya estamos en Facebook y vamos a seguir invitando a más gente para que el negocio funcione", agregó Martín.
El día de la apertura apenas pudieron colocar unos globos y decorar lo poco que se pudo para iniciar con el negocio. Les urgió ver girar su lavandería y hacerla crecer.
Martín y Jenifer saben que en medio de la crisis del Covid-19 es casi imposible obtener ayuda del gobierno y tampoco es sano esperar.
"Si esperas apoyos del gobierno no sales, por eso nos la estamos jugando y primeramente en el negocio, solito se pagará lo invertido", auguró.
La pequeña lavandería MaXi se ubicó en un local de cuatro por cuatro metros. Con un par de muebles y una fachada en azul y blanco.
Por ahora, es el patrimonio más preciado de la joven familia toluqueña, que en medio de la contingencia por la pandemia del Covid-19 intenta emprender para subsistir en un negocio que se ha hecho más necesario en la actualidad.