Los resultados de una investigación realizada por el Instituto para la Seguridad y la Democracia (Insyde) muestran que por lo menos 50 municipios del Estado de México, conurbados a la zona metropolitana, tienen las policías más corruptas y continúan sumergidos en una crisis de imagen y violencia.
Miguel Garza Flores, director Ejecutivo del Insyde, señaló que Naucalpan y Toluca son el claro ejemplo de las condiciones laborales en que trabajan los policías mexiquenses.
“El trabajo del policía es muy raro, porque es el único que está dispuesto a pagar o aguantar un salario reducido, porque sabe que hay forma de tener otro ingreso de manera discrecional, con dádivas o algún acto de corrupción”.
Creo que por eso se dan este tipo de maltratos; no les pagamos, y al cabo ellos pueden aguantar más, porque recuperan algo de dinero en el proceso de la corrupción”.
Nezahualcóyotl, ejemplo de una buena policía
En el último ejercicio de investigación del Insyde solo participaron dos policías municipales del Estado de México, que fue Nezahualcóyotl, y estaba programada Ecatepec, pero no hubo disposición del que era en su momento el director de seguridad, quien nunca accedió.
Garza Flores dice que policías de municipios del Estado de México enfrentan problemas de corrupción y maltrato; tanto de agentes hacia el público, como también al interior, el maltrato es grave.
“Hemos documentado, que, así como hay abusos de policías, también ellos lo sufren, como los de Naucalpan con su falta de pago”.
Asimismo, manifestó que en Cuautitlán Izcalli no está clara la actuación de los elementos, y quedó demostrado en el caso de la muerte del actor.
En Nezahualcóyotl, se encontró una de las experiencias de buena práctica a nivel nacional, pues el director de la policía tiene más de 15 años trabajando de manera sostenida en esquemas de proximidad y participación vecinal.
“Lo que encontramos es trabajo de continuidad, que las otras policías no tienen; ahí hay cuadrantes con vecinos que están en contacto con la patrulla, que tiene el número de teléfono del elemento que va a bordo de la unidad, lo que le permite tener respuestas de hasta 2 minutos, porque la patrulla no sale del cuadrante”, detalla Miguel Garza.
Refiere que hay jefes policiacos en los municipios que duran poco tiempo, porque las administraciones municipales los quitan; y hay casos en que un solo gobierno tiene hasta tres directores, lo que es preocupante.
Asegura que los alcaldes y alcaldesas mantienen olvidado el tema de seguridad, que han dejado en segundo término, lo que debe cambiar para dar al policía la figura de autoridad.