En Jaltenco, la violencia política sigue impune

No basta el discurso de moda, faltan acciones, dice la síndico.

Por Violeta Huerta

  · domingo 22 de julio de 2018

Jhosselin López Oropeza se define como una mujer fuerte a quien han hecho sentir vulnerable. (Foto cortesía)

Toluca, México.- Jhosselin se niega a aceptar que la violencia y la cultura machista sean una regla; se rebela ante quienes piensan que gritarle a una mujer, o callarla es normal, o que en política "tiene que aguantar" lo que venga.

Es la primera mujer mexiquense que ha ganado un caso por violencia política de género, pero después de varios fallos lamenta que el alcalde de Jaltenco le sigue gritando, la calla en sesiones de Cabildo y no ha recibido, hasta ahora, un castigo por su conducta.

Su lucha ha sido constante: ha sufrido humillaciones, presiones, retenciones de salarios, amenazas, campañas de difamación. La han hecho sentir vulnerable; sin embargo no se quiebra, no se ha dado por vencida y sigue peleando en diferentes instancias, ante una justicia que considera lenta.

En el Estado de México desde 2017 la violencia política de género ya es un delito sancionado en el Código Penal con penas de seis meses a dos años de prisión a quienes por cualquier medio impidan u obstaculicen a una mujer el acceso a los cargos de elección popular, su debido desempeño, o la induzcan a la toma de decisiones en contra de su voluntad.

Con las reformas del año pasado, las instituciones como la Fiscalía General de Justicia deben actuar con perspectiva de género, mientras otras como las electorales deben garantizar el acceso a la justicia de las mujeres.

Primer caso de violencia denunciado


Jhosselin López Oropeza es síndico de Jaltenco. Desde 2016 denunció ser víctima de violencia y ha ganado en los tribunales electorales, pues en el ayuntamiento le han dejado de pagar, a ella y a su personal, y la han maltrato; sin embargo advierte que pese a los fallos, no hay nada claro, siente que no se le ha hecho justicia.

"Día a día me digo a mi misma lo mismo: ¿Que salió de bueno de todo esto? Pues aunque soy la primera mujer que gana un caso de violencia política de género en el Estado de México, aunque gané más de 5 ocasiones no hay nada claro, las autoridades tratan de hacer cumplir la ley.

"Pero siempre está el espectro del compadrazgo y el enemigo número uno: la corrupción porque no encuentro otra explicación a por qué ese hombre sigue haciéndolo. Tiene 15 días que me volvió a callar, una vez se volvió a sentar a mi derecha en sesión de cabildo y mi corazón latía a mil por hora, sudaba frío y me sentía mareada, tenía una mezcla de adrenalina y presión".

Jhosselin se define como una mujer fuerte a quien han hecho sentir vulnerable, pues ha sido víctima de violencia verbal, emocional y política de género. "Yo no me rindo: primero por mi, nadie me había hecho sentir tan vulnerable por sólo expresar mi opinión por sólo alzar la voz en contra de algo que no estaba bien".

También lo lamenta por su equipo de trabajo, a quienes les dejaron de pagar de la nada. "Con mi dieta les trataba de pagar, aunque a mi también dejaron de pagarme con tal de que ya no tuviera cómo cubrir mis gastos, desempeñar mi cargo y sobre todo para cubrir sus salarios.

"Ellos siguen en la nómina y no les pagan, nunca los corrieron sólo asi tuvieron su medida de represión, aunque igual el tribunal dejó a salvo sus derechos laborales ellos padecen por estar a mi lado aunque valoro su lealtad, su entereza , inteligencia y su apoyo porque son 3 hombres que me recuerdan que no todos son malos".

Su otra fortaleza es su familia: un pequeño hijo que la ha visto llorar y le ha pedido renunciar, pero también le ha dado fuerza para soportar llamadas anónimas, campañas de desprestigio, mensajes agresivos.

Su otro bastión es su esposo: "ese hombre no soltó mi mano cuando yo creía que era mi culpa, que algo había hecho mal, que debía acostumbrarme pues la política asi era; ese hombre me reconstruyó de los cachitos en los que quedé y no dejó que perdiera la fe en mí misma, siempre está a mi lado, no me ha dejado caer".

Una mujer en política le dijo que así era y se tenía que aguantar, pero ella decidió que no, que terminaría con lo que le hace daño. La han acusado de conflictiva, pero confía en que hizo bien porque decidió hacer bien las cosas y confía su caso será un precedente.

"Tengo la esperanza de que alguien -al igual que yo que no aceptó ser parte de un sistema corrupto, de omisión, ni de irresponsabilidad al cargo le sirva mi experiencia, denuncie y sepa que no está sola; igual y ella tendrá más suerte que yo, ¿quién sabe, no crees?".

Reprocha la lentitud del sistema juridico y electoral, pues no ha logrado protegerla. Cree que faltan sanciones mas severas, pues no basta con el discurso socialmente correcto y de moda. Urge a pasar a acciones verdaderas para tratar con víctimas de violencia política de género.

"Desde niña fui muy inquieta, luchadora, estridente, activa, curiosa y muy soñadora me encanta poder ayudar a las personas y eso es lo que no me han quitado aún: la fe y la esperanza de que a alguien le ayude lo que yo he padecido . Mis vecinos me reconocen eso: que no me deje, pero aún sigo sin a ver justicia".

Ha denunciado la violencia, pero siente que pese a los fallos a su favor no le hacen justicia, ha recibido amenazas y cree que después del 31 de diciembre, cuando termine la actual administración, será más vulnerable:

"No quiero ser estadística, tengo miedo, mucho miedo además de la frustración decepción, enojo, coraje, muchos sentimientos que se conjuntan con la incertidumbre por el mañana".