Mientras a partir del año 2012 la deuda municipal general en el país se estabilizó, e incluso disminuyó, los pasivos de los gobiernos estatales y sus organismos crecieron durante ese período, pues al 30 de septiembre del 2019 el saldo de obligaciones financieras de las entidades municipios y organismos sumaban 579 mil 709.4 millones de pesos, un incremento de 3 mil 882 millones, en relación con lo registrado en 2018, con 575 mil 827.7 millones.
De acuerdo con un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), el incremento en la deuda subnacional en el último año fue sólo en los gobiernos estatales y sus organismos al pasar de 527 mil 775 millones en septiembre del 2018, a 535 mil 463 millones un año después, lo que implicó un alza de 7 mil 687 millones, mientras a nivel municipal la deuda disminuyó en el mismo periodo de 48 mil 052 a 44 mil 246 millones una baja de 3 mil 806 millones.
Los datos arrojan que los gobiernos estatales y sus organismos concentraron el 92.4% de la deuda total y los municipios y sus organismos el 7.6%, una proporción que, según el IMCO, se ha mantenido relativamente constante desde el 2005, año en que la Secretaría de Hacienda empezó a distinguir la deuda por tipo de deudor.
En el caso del Estado de México, con datos al 30 de septiembre del 2019, era uno de los cuatro con deudas más altas, sólo por debajo de la Ciudad de México, Nuevo León y Chihuahua, pues la entidad mexiquense registró obligaciones financieras totales por 48 mil 190 millones de pesos, de los cuales, 43 mil 186 millones correspondieron al gobierno estatal, es decir, el 90%, y otros 5 mil millones a los municipios, lo que representaba el 10%.
La banca múltiple o comercial es el principal acreedor de los gobiernos con el 53% del saldo de la deuda, en segundo lugar la banca de gobierno Banobras, con un 33%, y en tercer lugar, con un 12% los tenedores de emisiones bursátiles.
El IMCO resalta en su estudio que el último año la deuda de entidades y organismos creció en 3 mil 881.7 millones y muestra que, por ejemplo, en la entidad mexiquense pasó de 46 mil 815 a 48 mil 190 millones entre el tercer trimestre del 2018 y el mismo periodo del 2019.
Sin embargo, también advierte que el nivel de endeudamiento, al contrastarse con su capacidad de pago no necesariamente implica que las deudas más altas impliquen una insostenibilidad de sus finanzas.
Al comparar las obligaciones financieras con el PIB estatal el estado de México ocupa el lugar 17, entre las entidades, pues la deuda significa el 2.4% de su PIB, y el 16.6% de sus ingresos por su alto presupuesto anual que maneja, por lo cual en ese último rubro se ubica en el sitio 19.
Otro comparativo es con las participaciones federales, donde la entidad mexiquense se mantiene en el lugar 19, pues esas obligaciones representan el 42% de sus participaciones, y en la deuda per cápita, es decir, lo que debe cada habitante el Estado de México está en el lugar 20 con 2 mil 810 pesos, pues tiene una deuda alta, pero también el mayor número de habitantes.
El IMCO plantea dar continuidad al sistema de alertas de la Secretaría de Hacienda, a la información del registro público único para fomentar la competencia en el sector y generar mejores condiciones de contratación; así como asociar la deuda con inversión productiva, pues lamenta que los gobiernos estatales todavía son opacos, de tal forma que en muchos casos no es posible conocer el destino de los pasivos y podría ser una caja chica de los gobernantes, y no un instrumento de financiamiento, que al ser bien utilizado mejoraría las condiciones de vida de los mexicanos.