Con más de mil 200 piezas de barro en forma de alimentos diversos, catrinas y catrines, flores y otros elementos, el maestro alfarero José Antonio Soteno Fernández elaboró una monumental ofrenda que se exhibe de manera permanente en su Museo de Alfarería y punto de venta artesanal ubicados en el municipio de Metepec.
En el año 2012 el artesano, quien desde los ocho años aprendió el arte de moldear el barro, inició con la elaboración de los primeros elementos de la ofrenda que hoy forma parte de su acervo artesanal.
En entrevista para El Sol de Toluca, Soteno Fernández comenta que la idea surgió con el objetivo de representar y homenajear las tradiciones mexicanas en torno al Día de Muertos, festividades conocidas a nivel internacional que han trascendido de generación en generación.
'Para nosotros los mexicanos una ofrenda es muy importante, porque a través de ella recordamos a nuestros seres queridos que ya fallecieron y según las tradiciones ellos vienen a visitarnos, comen lo que les ponemos en la ofrenda, que debe llevar elementos importantes, como el cempasúchil, porque esa flor es la que les ayuda a encontrar el camino a casa', comentó el artesano.
Creatividad plasmada en barro
José Antonio ha invertido días y noches en la elaboración de cada una de sus piezas, que se caracterizan por sus colores vivos y meticulosidad.
En la ofrenda, es posible ver alimentos hechos en barro, fruta de temporada, tamales, atole, pan, guisados como mole, arroz rojo, frijoles, así como otros elementos necesarios, como lo es el copal, las veladoras y flores.
Además, cuenta con figuras de catrinas y catrines representativos, como músicos, el sacerdote, los deudos y al muerto en su ataúd, mismo que es cargado por cuatro esqueletos que incluso llevan una cera para alumbrar el camino del fallecido.
'Cuando una persona muere aquí en Metepec, se acostumbra llevarlo cargando al panteón entre al menos cuatro personas, desde su casa hasta el panteón. Todo eso yo lo he plasmado en mi ofrenda, donde incluso podemos ver a la esposa del difunto llorando su pena y cargando a su bebé, ahora si que quienes vienen a mi taller y ven mi ofrenda se dan al menos una idea de cómo es un entierro de pueblo, y más que nada en Metepec'.
El maestro alfarero con una trayectoria de más de 70 años, reconoció que se trata de un trabajo laborioso, pues a lo largo de los años ha invertido cientos de horas de trabajo.
'Me he inspirado en lo que vivimos los mexicanos cuando fallece algún familiar y cómo es que lo recordamos, antes se colocaban ofrendas muy muy grandes, llenas de comida, ahora ya no son así, al menos no en todas las casas, por eso quiero que se conserve lo que son nuestras tradiciones a través de mi oficio, que es el moldeado del barro', agregó José Antonio Soteno.
Con este trabajo artesanal, el patriarca de la familia Soteno Fernández busca concientizar a la población sobre la importancia de mantener vivas las tradiciones, entre ellas el Día de Muertos, debido a que esta fecha da la posibilidad de 'convivir' con los seres queridos que ya fallecieron.