Dieciséis mil Estudiantes de la Facultad de Estudios Superiores (FES) de Cuautitlán Izcalli se encuentran en paro, luego de que el Campo Cuatro se sumó al que mantenían los alumnos del Campo Uno como protesta por el supuesto acoso sexual de maestros.
En apoyo a sus compañeros, que desde el 24 de octubre mantienen una suspensión de actividades para exigir diálogo con el director de la FESC, Alfredo Cuéllar Ordaz, y sancionar posibles conductas sexuales irregulares dentro de los planteles, se sumaron más alumnos a este paro.
Desde el martes de esta semana, al menos 16 mil estudiantes de los Campos 1 y 4 de la FESC, no asisten a clases.
Autoridades de la FESC informaron por medio de un comunicado que, luego de una asamblea efectuada por estudiantes, se hizo llegar a la dirección de la Facultad un documento en el que se convoca a un paro indefinido del Campo 4. “Por tanto, las actividades administrativas y académicas se suspenden hasta nuevo aviso”.
El documento señala que la Unidad Jurídica continuará desarrollando sus actividades normalmente para recibir las denuncias correspondientes, así mismo tendrán verificativo todos los procedimientos de investigación que se encuentran en trámite, “por lo que se permitirá el acceso a los involucrados”.
Se avisa que se podrán realizar los exámenes profesionales ya programados, así como las actividades de los centros, unidades y laboratorios de investigación, el jardín botánico y los entrenamientos de fútbol americano y el hospital de veterinaria estará abierto.
Desde el lunes pasado en asamblea de estudiantes se acordó romper el diálogo con las autoridades, en tanto no haya una respuesta por parte de las autoridades la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La FESC informó que tras cinco horas de platicas en las que se atendieron totalmente los puntos del pliego petitorio en torno a la equidad de género y se llegaron acuerdos para normalizar las actividades académicas, una hora después, un grupo de alumnos, quienes se dijeron representantes de la comunidad universitaria, decidieron volver a tomar las instalaciones de la escuela y realizar un paro indefinido apoyados por sus compañeros del Campo Cuatro.
“Como miembros de la Facultad somos empáticos contra las situaciones de acoso que suceden en nuestro país, pero detener las labores de la Universidad en nada contribuye a la solución. Consideramos que el diálogo y el ejercicio de los valores universitarios desde las aulas, son el camino para construir una sociedad libre de violencia”, señalan las autoridades universitarias.