La pandemia afectó la economía pero también la vida cotidiana de todos, incluso de los menores de 14 años, quienes desde un aspecto psicológico se han visto vulnerados a la hora de aprender y socializar con sus pares.
Tras un año de encierro, la parte cognitiva y conductual de los niños son los principales problemas que han atendido psicólogos especialistas.
“He observado algunos cambios conductuales en menores de 14 años. Sí ha impactado mucho esta situación de la pandemia, tanto en aspectos conductuales como en aprendizajes”, reconoció Reyna Noemí Mariano Galindo, licenciada en Psicología.
Este impacto puede ser medible a partir de los tres años de edad, que es cuando los niños comienzan a generar recuerdos en su memoria, donde, sin lugar a duda, estará presente el Covid-19.
“Depende mucho si los papás o quienes cuidaban de ellos hayan abordado la situación de la pandemia. Así el niño sea muy listo, si los papás vivieron en angustia, en estrés de ni siquiera saber qué está sucediendo, eso se lo pasaron a los niños”, explicó Karina Mata Díaz, maestra en psicoterapia humanista.
Por lo que el estrés económico, laboral y sanitario de los padres será el primer impacto que tendrán los niños, reflejándose en depresión o hiperactividad.
Este impacto ha resultado ser negativo en el mayor de los casos, pues los padres de familia no cuentan con los conocimientos necesarios para poder guiar a sus hijos en cuanto a su aprendizaje.
Nuevas actitudes
Sin embargo, pese al impacto psicológico por el confinamiento de Covid-19, algunos estudiantes del nivel básico han desarrollado otras habilidades, como el pintar u hacer otras actividades creativa.
Tal es el caso de la pequeña Aitana Sofía, de 11 años de edad. Es estudiante de quinto de primaria.
Aitana expresó que extraña ir a la escuela, salir a jugar con sus amigos, así como ir a la playa.
En entrevista con familiares de Aitana comentaron que a pesar del confinamiento le nació la pasión por la pintura, en el cual ha visto un recurso para expresar sus emociones y distracción.
“Desde que inició la pandemia ha permanecido en la casa, toma sus clases a distancia, pero sí la hemos visto un poco triste, distraída, ya no se expresa como antes, pero se ha vuelto más diestra para utilizar la tecnología, eso nos ha sorprendido, vio el gusto por la pintura y pinta bien; ahora quiere estudiar pintura”, comentó Paola Pérez, madre de Aitana.
*Con información de Orlando Salinas