Aunque en la mayoría de los templos católicos se les recomienda a la feligresía apagar sus teléfonos durante las ceremonias, bajo el entendido de que “Dios les habla directamente de persona a persona y no por celular”, el vicario de la diócesis de Toluca asegura que han tenido que endurecer las restricciones, pues hay gente que va a la comunión con el aparato en la mano.

Monseñor Guillermo Fernández Orozco explicó que actualmente la adicción al celular es un problema grave que ha crecido y le ha pegado inclusive a la convivencia familiar.

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Hasta en los restaurantes cada integrante de la familia está con el celular y cada quien en lo suyo, ya ni platican.Monseñor Guillermo Fernández Orozco, vicario de la diócesis de Toluca.

Lo mismo sucede, refirió, en los templos católicos y obviamente en las celebraciones litúrgicas, donde inclusive han habido casos donde se les niega a los fieles la comunión pues van en la fila con el celular hablando.

A mí ya me tocó negar estos servicios a tres personas, pues van en la fila y revisando su celular, y así aunque estén preparados para recibirla, no se trata de un acto al ahí se va.

Declaró que al inicio de cada celebración religiosa, les ha pedido a los asistentes que apaguen su celular, “la gente viene a misa a participar y Dios nos habla directamente de persona a persona y no por el celular”, subrayó.

Afirmó que cada vez hay más católicos que recurren a la iglesia para realizar juramentos para dejar de usar el celular, “sí han aumentado las personas que vienen y mediante un juramento prometen a Dios dejar de usar el celular”, enfatizó monseñor Fernández Orozco.