Tlalnepantla, México.- Ante el aumento de estrategias fallidas y los altos índices de violencia en el país, los policías de distintas corporaciones en el Estado de México se han organizado para combatir la corrupción por medio de la palabra de Dios. La “Policía Celestial”, como se hace llamar este grupo de personas, esta conformada por elementos municipales, estatales, federales, de las fuerzas armadas y la marina los cuales utilizan el mensaje bíblico para motivar a otros policías a mantenerse alejados de la corrupción y combatir el crimen.
Eduardo Aguilera Frías subdirector de la policía de Tlalnepantla, forma parte de esta asociación civil y en entrevista señala que la idea es compartir valores a través de la palabra de Dios.
A los elementos se les invita atender y sentir las necesidades de la ciudadanía, pero exigiendo que ellos también nos vean como seres humanos “nuestro ideal no es llevar la palabra de Dios, sino los valores para que los policías y sus familias puedan tener acceso a ella, que la conozcan y por medio de esta puedan abatir los niveles de corrupción y el mal actuar de los policías”.
Contrario a lo esperado, la popularidad de este movimiento ha ido en ascenso pues, de acuerdo con Eduardo Aguilera, el 80% de los comandantes y jefes del sector del municipio de Tlalnepantla están dentro de esta estructura.
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Relata que esta asociación civil fue creada por el policía federal, Leonel Guillermoprieto quien visita todas las corporaciones del país, para compartir su testimonio, llevando el mensaje del evangelio e incluso, en el Estado de México, se ha acercado a municipios como Naucalpan, Ecatepec y Tultitlán, así como a las Fuerzas Especiales de Seguridad Estatal y en algunos Ayuntamientos en donde ha tenido una significativa penetración.
Muestra de ello es el caso de la policía municipal de Tlalnepantla, la cual se encontraba dentro de los 50 municipios más violentos del país en donde se registra un índice de menos de un oficial por barrio pero, gracias a esta nueva forma de operar, han ocasionado que el municipio reduzca sus índices y ahora se coloca en el lugar 42.
Como resultado de esto, Aguilera cree que su fe tiene un gran papel en ayudar a la corporación a disminuir los índices de crímenes. “Aceptamos ese desafío porque sabemos que no estamos solos. Sabemos que detrás de nosotros hay alguien importante, que es Jesús”.