#Especial || Alzheimer, a la caza de la memoria pérdida

La investigación de cerebros humanos post mortem es la clave para revertir esta enfermedad neurodegenerativa

Por Elizabeth Ríos

  · viernes 7 de septiembre de 2018

Imagen ilustrativa

Estudios post mortem han permitido identificar proteínas en el hipocampo, una región del cerebro humano que ayuda a la transformación de memorias de corto a largo plazo, así como en otras regiones cerebrales, tales como el cíngulo.

Tal resultado es parte de la investigación del doctor Miguel Ángel Ontiveros Torres, quien a cinco años de haber iniciado análisis para encontrar la cura contra el alzheimer, confía en lograr su meta a corto plazo.

En la actualidad, el alzheimer es considerada una enfermedad neurodegenerativa incurable y sólo puede ser diagnosticada al cien por ciento a través de una autopsia, una vez que el paciente ha muerto, pues sólo así se puede obtener evidencia de que hay proteínas implicadas, lo cual provoca la conducta anormal.

El biólogo por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señaló que los avances del proyecto en el que participa, para descubrir la progresión de la enfermedad en estudios post mortem, han sido un paso importante hacia la cura.

Mediante este proceso se logró conocer la existencia de proteínas en el hipocampo, una región del cerebro que ayuda a la transformación de memorias de corto a largo plazo, así como en otras regiones cerebrales, tales como el cíngulo.

El cíngulo es el encargado del proceso emocional de los pacientes, eso quiere decir que los psiquiatras cuando ven comportamientos anormales con la enfermedad de alzheimer, como mucha depresión, afectación cognitiva errónea, ellos sólo los describen de manera clínica, pero aquí se está dando la evidencia de que hay proteínas implicadas en las neuronas de esa región que no se habían descrito y eso explica muy bien la parte conductual anormal de estos pacientes.

Explicó el doctor en Neurociencias.



BANCO DE CEREBROS

La investigación post mortem es compleja, pues deben recolectarse los cerebros humanos.

Implica su movilización al Banco Nacional de Cerebros, indicó el especialista, además de que se lucha contra el tiempo, debido a que el proceso debe ser iniciado dentro de las tres primeras horas, después de la muerte del paciente donador.

Cuando el paciente fallece, en tres horas se tiene que recolectar el cerebro. Si se rebasa este tiempo, las biomoléculas como el ADN, el RNA -ácido ribonucléico- y las proteínas que estudiamos, pueden irse degradando y nosotros tenemos que tener una ventana de tiempo corta para que se obtenga el encéfalo y poder generar los estudios correspondientes.

Se requiere, dijo, coordinación con el Banco Nacional de Cerebros, patólogos y neurólogos, quienes tienen la disposición de extraer el cerebro. Una vez que se realizó la recolección, el cerebro debe estar en condiciones óptimas, tales como la temperatura.

“Para el proceso de aislamiento de moléculas que nos sirvan para buscar un biomarcador de la enfermedad, se tiene que congelar la mitad del hemisferio del cerebro a menos 80 grados centígrados, mientras que el otro cerebro debe permanecer en un fijador denominado paraformaldehído.

“Una vez que se ha hecho la fijación adecuada, el cerebro ya puede estar con nosotros por mucho tiempo, es decir, podemos hacer los experimentos con más confianza y seguridad de que fue capturado en las condiciones adecuadas”, señaló.



RATÓN TRANSGÉNICO

Derivado de las múltiples investigaciones del doctor Ontiveros se logró obtener un modelo de ratón transgénico, al cual se le inyectan genes humanos. Transcurrido cierto tiempo, el ratón comienza a manifestar síntomas derivados de la presencia de proteínas que atacan y matan a las neuronas.

En este punto la investigación se vuelve vital, pues se presume que los cannabinoides THC y CBD pueden contribuir al descubrimiento de la cura de esta enfermedad, sin embargo, debido a que uno de ellos es ilegal, se solicitó un permiso ante la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), a fin de aislar las moléculas terapéuticas.

La marihuana se presume que tiene efectos muy positivos en frenar a las proteínas implicadas en esta enfermedad , ahora que ya se tiene el modelo, hay que probar esas moléculas en el ratón para ver si es cierto, y ya con más confianza se puede pronosticar un efecto terapéutico en los pacientes, pero debemos ir generando estudios pertinentes.

Afirmó el especialista con posgrado en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV) en Biomedicina Molecular.

Aunque se cree que el alzheimer sólo ataca a la población más longeva -mayores a 65 años de edad-, existe una mutación genética de la enfermedad que provoca su aparición a una edad muy temprana -menor a 40 años-.

De acuerdo con el especialista en neurobiología, biofísica y temas relacionados con electrofisiología de neuronas, los pacientes de alzheimer con mutación genética pueden deteriorarse hasta en un lapso de 10 años o menos, según el organismo de cada quien, mientras que la enfermedad “normal” tarda hasta 20 años.

Los fármacos que actualmente existen en el tratamiento del alzheimer sólo ayudan a controlar los síntomas. Juegos didácticos o de estimulación cerebral contribuyen a que la actividad neuronal sea mayor y constante, por lo cual son una protección frente a la neurodegeneración.


RECONOCIMIENTO

En la investigación del doctor Ontiveros también participan colaboradores del Banco Nacional de Cerebros como la bióloga Itzel Cruz y el doctor José Luna.

Gracias a su descubrimiento, sobre la presencia de proteínas implicadas en las neuronas de regiones cerebrales como el cíngulo, fueron reconocidos con el premio “Moisés Gaviria” a la investigación científica en Latinoamérica, en el XX Congreso Argentino de Neuropsiquiatría y Neurociencia Cognitiva.