Hace unos días el Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) alertó sobre las medidas preventivas para evitar picaduras de la “araña violinista”, la cual es un arácnido peligroso, pues su veneno puede provocar necrosis, es decir, disuelve los tejidos causando la muerte celular del área afectada.
La infección puede convertirse en una gangrena y en casos extremos produce insuficiencia renal.
El ISEM indica que este arácnido está presente en todo el territorio estatal, aunque su vitalidad disminuye en la temporada de frío.
La dependencia estatal indica que en 2017 se registraron dos casos de mordedura de “araña violinista”.
Este es un ejemplo de cómo los insectos ponen en jaque al ser humano.
Un reportaje de la Agencia Informativa Conacyt indica que cierto tipo de insectos pueden causar daño a la salud de los seres humanos, pues son transmisores de agentes patógenos como virus, protozoarios (organismos unicelulares) y helmintos (gusanos parásitos).
El despacho informativo advierte que estos agentes pueden provocar afecciones como el dengue, fiebre chikungunya, zika, fiebre amarilla, poliomielitis, encefalitis, entre otras. Incluso bacterias del género rickettsia que produce el tifus.
La Agencia Informativa Conacyt en una entrevista a la bióloga María Eugenia Díaz Batres informa que numerosas especies de artrópodos tienen importancia en la medicina porque constituyen las causas directas de enfermedades, lesiones, molestias corporales o son transmisores de peligrosos agentes patógenos tanto para las personas como para animales domésticos.
Estos padecimientos transmitidos por insectos, indica la especialista, pueden presentarse por un papel vectorial o un papel patógeno.
Las enfermedades transmitidas por vectores afectan, en gran medida, la salud humana y la única forma de reducir el contagio es el control de esos vectores, refiere.
En un ejercicio de control, apunta, se debe determinar el hábitat del insecto, su bionomía, sus hábitos de picadura, el ciclo evolutivo del agente etiológico en el vector y la resistencia que genera ante los insecticidas de uso común.
Estos son algunos de los insectos más comunes y peligrosos:
Heterópteros: chinches
Se caracterizan por tener alas anteriores, divididas en una sección basal dura y una sección distal membranosa, además de poseer un aparato bucal chupador que utilizan para succionar sangre.
Los Triatominae: chinches besuconas de la familia Reduviidae
Se alimentan de la sangre de aves y mamíferos. Son los causantes de la transmisión de Trypanosoma cruzi, protozoario que causa la enfermedad de Chagas.
Blattaria: cucarachas
Su cuerpo es aplanado dorsoventralmente. Su desarrollo es gradual, los juveniles son muy parecidos al adulto.
Pueden causar daño directo o indirecto al hombre, los padecimientos son dermatitis y edemas, además excretan junto con las heces, compuestos cancerígenos.
Dentro de los virus que se han relacionado con ellas está el de la poliomielitis y la hepatitis infecciosa, además de bacterias como las causantes de la lepra, la peste bubónica, disentería, salmonelosis, cólera y tuberculosis.
Moscas, mosquitos y tábanos
Tienen una metamorfosis completa (holometábola). Son insectos con un solo par de alas funcionales en el mesotórax.
Pueden ser depredadores, parásitos, saprófagos, fitófagos, entre otros.
Desde el punto de vista médico, es el grupo más importante debido a su riqueza en especies. Sólo las hembras se alimentan de sangre.
Medidas preventivas contra los insectos:
Tener limpio nuestro hogar para evitar la proliferación de moscas, cucarachas y chinches.
No tener objetos con agua estancada para evitar el desarrollo de mosquitos.
Evitar beber agua no potable, porque puede contener huevos o larvas causantes de miasis (lesiones en los tejidos producidas por larvas de insectos).
Si es posible, sustituir los pisos de tierra e implementar controles naturales para plagas.
Tener interés por conocer información importante sobre la higiene básica.
Fuente: Conacyt.