El etiquetado frontal de los productos alimenticios no ha ayudado a disminuir la obesidad y el sobrepeso en el país aseguró Marcela Hernández coordinadora de la licenciatura en Nutrición de la Universidad Autónoma del Estado de México luego de resaltar que es necesario hacer conciencia del daño que causan.
De igual forma detalló que dichos alimentos generan padecimientos hasta cierto punto silenciosos ya que no existe dolor, ni malestares físicos inmediatos y su repercusión será más adelante.
Por si esto fuera poco indicó que tampoco existen campañas de difusión penetrantes en la población en general o con resultados tangibles tal y como se diseñó la del antitabaquismo hace algunos años e incluso señaló que las autoridades no han tomado cartas en el asunto debido a los altos índices de obesidad que existe en el país en adultos y menores de edad.
Agregó que se requiere de esfuerzos conjuntos tanto de las instituciones educativas, universidades, sociedad civil y gobierno ya que dichas enfermedades son de tratamiento y resultados a mediano plazo, lo cual desincentiva el propósito de muchas personas.
La magnitud del problema no ha aterrizado del todo porque es algo que no duele. Las consecuencias se pagan hasta los 10, 15 o 20 años de estar muy gordito por eso no lo toman en serio.
Aclaró que existe información sobre el tema y la ciudadanía la conoce pero aún no lo concibe como un problema de salud.
Lamentó que a veces las personas saben de su sobrepeso y obesidad al verse a diario al espejo o realizarse estudios clínicos pero como no existe problema en la inmediatez se escudan en ello.